Educacion
Enviado por lunamarin • 15 de Julio de 2012 • 278 Palabras (2 Páginas) • 277 Visitas
En 1980, un maestro de nueva Inglaterra llamado Horace Willard argumentaba de manera convincente que, a diferencia de lo que ocurría con los miembros de otras profesiones, los maestros llevaban una vida rutina mecánica una maquinaria de supervisión, organización, clasificación, otorgamiento de calificación de porcentajes, uniformidad, promociones, pruebas y exámenes.
W. Holmes, decano de la nueva Gradúate School of Harvard, se hacía eco de esos sentimientos en la crítica que enderezaba contra la Educación de Maestros, de 1930. El estudio se había omitido apoyar a los maestros como pensadores críticos independientes. En épocas distintas, estos dos notables críticos de la educación norteamericana reconocieron que cualquier intento viable de reforma educativa tenía que encarar la cuestión de la educación. Pero lo más importante era su convicción en el sentido de que los maestros debían funcionar profesionalmente como intelectuales, y que la educación debía estar inextricablemente vinculada con la transformación critica del escenario escolar y, por extensión, del escenario social más amplio. La idea de que los programas para educación deben centrar sus objetivos académicos y morales en la educación a los maestros como intelectuales críticos, a la vez que fomenten los intereses democráticos, ha influido invariablemente en los debates sobre las diversas “crisis” de la educación en el transcurso de los últimos 50 años. Los maestros que asumen el papel de intelectuales transformadores, tratan a los alumnos como agentes críticos, cuestionan la forma en que se producen y distribuye el conocimiento, utilizan el dialogo y hacen al conocimiento significativo, crítico y, a la postre, emancipa torio. Como John Dewey y George Counts, este silencio no solo sugiere que algunos de los actuales reformadores están padeciendo una amnesia histórica y política
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