¿Educación, como sinónimo de escolarización o de inclusión?

Instituto de Formación Docente

“Sagrado Corazón”

Ensayo sobre Educación

¿Educación, como sinónimo de escolarización

o de inclusión?

Materia: Pedagogía

Profesora: Anabella Goette

Alumna: Vanina Leiva

Crespo, 19 de abril de 2016

A través del siguiente ensayo veremos como la educación nos acompaña en cada día de nuestras vidas y nos ayuda a través de diferentes procesos a relacionarnos como miembros de una sociedad.

“Educación no es sinónimo ni de escolarización, ni de escuela” (La educación ayer, hoy y mañana”. S. Gvirtz, S. Grinberg y otros, ¿De qué hablamos cuando hablamos de educación? pág. 21) pero, probablemente si nos preguntaran que entendemos por educación, por nuestra mente aparecerán las clásicas imágenes de una escuela, los docentes y alumnos “aprendiendo”, “educándose” porque no tenemos en cuenta que este término va mucho más allá de la escolarización, o mejor dicho, ya viene incorporado en nosotros. ¿Qué queremos decir? Que desde el momento en que nacemos vamos adquiriendo conocimientos; somos educados desde el propio seno materno. Desde la familia, los amigos, la sociedad adquirimos hábitos, costumbres y recibimos enseñanzas.

Estas enseñanzas serán la base de nuestra educación. Una vez que comencemos nuestra escolarización, es decir, que formemos parte de un sistema escolar será el momento de afianzar esos conocimientos adquiridos. Educación también suele confundirse con adoctrinación, decirle a una persona como debe hacer o resolver algo, en cambio la educación se basa en guiar a esa persona para que ella misma descubra como resolver un problema y como desarrollarse dentro de una sociedad.

Aquí es donde entra en juego la tarea primordial de los educadores, que será reconocer y respetar los saberes adquiridos y el contexto en el cual el educando se encuentre. Así como lo plantea P. Freire “el educador debe ser sensible… debe respetar los límites de la persona, respetar los sueños y los miedos…” (P. Freire. Producción audiovisual). Este respeto permitirá al alumno actuar con libertad y confianza y además, plantear cualquier tipo de duda o inquietud que surja en el proceso. Lo que a su vez brindara un continuo intercambio entre las partes. Quien enseña también aprende. Los intervinientes podrán actuar, analizar y reflexionar durante la práctica educativa y además lograr transformaciones para llegar a que lo enseñado sea realmente algo útil para el futuro del educando.

Para que la educación sea provechosa en este mundo de constantes cambios es necesario   aprender a conocer, conocer la vida misma, el mundo y todo lo que nos rodea, poder saber dónde estamos parados y que esperamos de nosotros mismos. Es un aprender constante, nunca se debe dejar de incorporar conocimientos y de saber cuándo utilizarlos, cuando es  el momento correcto, poder resolver problemas que se nos planteen en la vida diaria, hacer frente a cualquier situación que se nos presente. Y no solo como individuos sino como seres sociales, trabajando en equipo. Es importante aprender a vivir con los demás en un ambiente sin conflictos ni diferencias, aprender a respetarnos mutuamente y principalmente a conocernos nosotros mismos, para lograr una educación verdadera basada en buenos principios. Y no limitar ese saber a una etapa de la vida, aprovecharlo al máximo.

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