Ejercicios físicos

Ejercicios físicos

Los ejercicios físicos tienen por objeto mejorar el estado anátomo-patológico del cuerpo humano y contribuir a hacer de él un conjunto proporcionado y de líneas armoniosas.

La actividad física se refiere, por excelencia, al ser humano sano, aunque existe también el ejercicio para los enfermos, convalecientes e individuos con algún problema físico, en este caso se trata de ejercicio terapéutico; del mismo modo lo es para aquellos que sufren algún tipo de parálisis o hemipléjicos. En la actualidad y desde hace unos años también existe la práctica de ejercicios físicos adecuados a la mujer embarazada.

La finalidad de los ejercicios físicos es amplia, y se refiere no sólo a la actividad con sentido atlético sino también a la mente (voluntad, sensibilidad, etc.), adecuándolo según edad y sexo.

Clasificación de los ejercicios.

- Ejercicios de fuerza: exigen de una gran fortaleza orgánica y un estado cardíaco óptimo.

Son ejemplos: boxeo, lucha, etc.

- Ejercicios de rapidez: exigen de la acción continua y alternada de gran parte de los grupos musculares.

Son ejemplos: fútbol, tenis, ciclismo, etc.

- Ejercicios de fondo: son ejercicios que se caracterizan por el ritmo y energía de las contracciones musculares.

Son ejemplos: carreras de larga distancia.

Los ejercicios se adecuan a las diferentes etapas de la vida en:

Niñez: los ejercicios son activantes de la circulación (marchas, carreras, saltos) y de la respiración (inspiraciones profundas, movimientos torácicos)

Pubertad: se recomiendan los ejercicios de velocidad y en menor escala los de fuerza, siendo en la etapa de juventud y adultez la más propicia para la práctica de deportes.

Vejez: en esta etapa la actividad física tiende a combatir la atrofia muscular y articular (caminatas)

En cuanto a sexo se refiere las prácticas físicas entre las del hombre y la mujer son diferentes, dado que en las masculinas exigen mayor fuerza mientras que en las femeninas son menos intensas.

Efectos fisiológicos:

Son numerosos los efectos benéficos que tiene la actividad física sobre nuestro organismo.

Efecto sobre la musculatura: con el ejercicio las fibras musculares se hacen más gruesas, aportando un mayor rendimiento en cuanto a fuerza se refiere. Estos efectos se muestran particularmente en la juventud.

Efecto sobre las articulaciones: particularmente en la vejez evita la atrofia muscular.

Efecto sobre la circulación: durante el trabajo muscular aumenta transitoriamente el número de glóbulos rojos, los que son cedidos por el baso.

El aumento numérico de los glóbulos rojos significa que la sangre aumenta su capacidad de transportar oxígeno y anhídrido carbónico, se acelera el ritmo cardíaco favoreciendo el transporte de

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