El Antes , Durante Y Después De La Lectura
Enviado por cris_40_fry • 1 de Noviembre de 2013 • 2.874 Palabras (12 Páginas) • 613 Visitas
EL ANTE, DURANTE Y DESPUÉS DE LA LECTURA.
Los docentes debemos “ayudar a los niños a dilucidar sus propias estrategias de lectura.”
La cuestión consiste en enseñar la compresión sabiendo para qué, por quién, bajo qué condiciones y con qué propósitos leer.
Las estrategias pueden ser muy diversas y varían, en gran medida, con el tipo de texto.
ANTES DE LA LECTURA
Mostrar la tapa del libro. Estimular predicciones sobre el contenido.
Discutir sobre el autor y el ilustrador.
Permitirle a los niños discutir sobre sus propias experiencias y relacionarlas con el libro.
Discutir con ellos sobre el tipo de texto que van a escuchar (cuentas de hadas, de ficción, realistas, fabulas).
Presentar a los personajes principales y el lugar.
Presentar el propósito con que los niños escucharán el cuento.
Antes de la lectura de un texto, el docente se vale de las propias estrategias del alumno e introduce algunas más, ya sea para:
Reactivar los conocimientos que se vinculan con dicho texto;
Generar anticipaciones, hipótesis y expectativas sobre el mismo;
Evidenciar (explícita o implícitamente) el propósito de la lectura y motivarla.
Según cual fuere el contenido del texto, el maestro puede utilizar una imagen del cuento que se va a leer o el título de una noticia o un párrafo del texto expositivo, o un acontecimiento del día, o el nombre del autor, o a veces una conversación para que los niños evoquen lo que saben a cerca de lo que se va a leer, y elaboren algunas anticipaciones o hipótesis sobre el contenido, que después confirmarán o no.
A través de estas alternativas, los alumnos generarán motivaciones y actitudes, según cuál sea el propósito de la lectura, por ejemplo:
Disfrutar el placer de la narración;
Informarse sobre algo que les interesa;
Orientarse sobre las reglas para participar en un juego;
Conocer los pasos a cumplir en la elaboración de un producto;
Resolver algún problema a través de una guía.
Por su parte, los “organizadores visuales”, como las imágenes, y “verbales”, como el título, recuperan los conocimientos anteriores y, sobre todo, anticipan lo que se va a leer.
En la década de 1980 permiten reconocer que en los cuentos tradicionales se usaban dos tipos de ilustraciones para acompañar al texto:
Dibujos de tamaño grande que representan el contenido total del cuento.
Dibujos más pequeños que se refieren a partes separadas del texto y ayudan a comprender las peripecias del cuento y relacionarlas.
No se actúa pensando que el niño solamente debe ejecutar o comprender lo que indica el maestro, sino en la seguridad de que debe intervenir activamente para comprender el texto que lee y escribir para decir algo, no para ejercitar la motricidad fina o para copiar.
DURANTE LA LECTURA
Promover la reacción de los niños para que hagan comentarios sobre lo que se lee.
Elaborar el texto, cuando corresponda, para ayudar a los niños a comprender la lengua escrita que se usa en el cuento y los componentes.
Hacer preguntas ocasionales para monitorear la comprensión.
Releer el texto cuando advierta que no comprenden las ideas.
En determinados puntos, pedir que predigan lo que va a pasar a continuación.
Permitir que expresen su propia interpretación del cuento.
Este es el momento en que para la compresión, adquiere su mayor importancia la estructura del texto, por medio del análisis del índice o el extracto de la contratapa o la introducción, cuando se trata de un libro o la lectura del copete, cuando se trata de una revista.
Las estrategias que tratan de resolver los difíciles problemas que se les presentan a los alumnos para relacionar las distintas partes del texto escrito en un modo coherente se refieren a las interconexiones del mismo en dos niveles: el de la macro estructura, que se refiere a la totalidad del texto, al tema, al asunto; y de la microestructura, que se refiere a las oraciones y las relaciones entre ellas.
Las inferencias
En el primer caso, se trata de las inferencias, que contribuyen a la coherencia entre los episodios o partes del texto. En el segundo caso se trata de las anáforas, que tienen más que ver con la cohesión en la oración y entre las oraciones.
Las inferencias se refieren a los significados implícitos, que están entre líneas y se inducen como probables a parir de los contenidos explícitos. Son elaboraciones que suponen vincular ideas, llenar lagunas, hacer conjeturas, formular hipótesis, imaginar más allá de lo implícito a partir de la información explicita.
Ejemplo:
María le presta su paragua a Juana porque ella no quería que se mojara.
Para comprender esa oración es necesario contar con conocimientos generales: que el paraguas puede proteger la lluvia; que el término “ella” probablemente se refiere a María porque está lloviendo en el momento en que Juana necesita salir.
Las anáforas
Las anáforas, o expresiones anafóricas, son pronombres, elipsis y palabras sustitutivas que mantienen la cohesión en la microestructura, en las oraciones y entre las oraciones.
Por ejemplo:
María fue al mercado para hacer compras. Ella compro leche.
El pronombre “ella” se refiere obviamente a su antecedente “María”.
Las anáforas tienen el mismo significado que su antecedente, pero pueden presentar ambigüedades. Por ejemplo:
Fanny tiene un vestido de muchos colores y yo quiero tener uno también.
El pronombre “uno” no se refiere al vestido de Fanny en particular, sino a otro igual o parecido.
Enseñar a hacer inferencias
No se trata de encontrar la significación que está en el texto, sino de que quien lee y quien escribe construya la significación que hay entre líneas o más allá del texto.
Se encuentran efectos muy positivos para comprensión de la estructura a través de la lectura del cuento en la primera infancia y en los primeros niveles el sistema formal.
A partir del segundo ciclo de la EGB, y más decididamente en tercero, sería importante la enseñanza explícita de la estructura para hacer inferencias, así como el reconocimiento de las expresiones anafóricas, especialmente para conocer los textos no familiares.
Otras estrategias:
Otras prácticas para realizar durante la clase, asociadas a las estrategias de las inferencias y anáforas, son las de discusión, interacción
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