El Bushido

El Bushido

Camino del guerrero, el orgulloso heraldo de la lenta muerte

Desde que el occidente tuvo la oportunidad de conocer la cultura oriental ha sido cautivada por los samuráis y sus costumbre, hombres de imponente presencia, fuerza, astucia y habilidad en los ámbitos de guerra; hombres equivalentes a los caballeros medievales en la Europa medieval y decadente.

Los bushi o samurái se originaron alrededor del siglo X siendo su apogeo luego de las guerras Genpei a finales del siglo XII, permitiéndole a selectos grupos de escuelas y familias conocer su código moral cargado de influencias pacíficas y benevolentes.

Sirvientes del Shogunato, hombres de orgullo, fieles a su espada y a sus ideales; pero, aquellas creencias que les dieron la vida no objetaron sus muertes.

El Bushido, ¿Una tradición digna de vivir?

En primer lugar, es necesario conocer el código moral que regían sus vidas antes de objetar aquello que eran sus reglas, siete en total, virtudes necesarias para todo aquel que perteneciese a las escuelas que regían “el camino del guerrero”.

義 Gi – Justica, Rectitud

Se honrado en tus tratos, crea y emana justicia, para un samurái en lo que se refiera a honradez no existe la escala de grises, solo lo correcto e incorrecto

勇 Yu – Coraje

Actúa y álzate contra todos aquellos condescendientes que temen actuar, ocultarse no es vivir, un samurái debe tener valor heroico, ser inteligente y fuerte remplazando el miedo por respeto y precaución.

仁 Jin — Compasión

Mediante la  meditación y el entrenamiento el samurái se vuelve sabio, rápido y fuerte, no es como el resto de los hombres, desarrollando un poder que deber ser usado en bien de todos, ayudando a cualquiera que lo necesite.

礼 Rei — Respeto, cortesía

Los samuráis no tienen motivos para ser crueles, no necesitan demostrar fuerza y debe ser cortes incluso con sus enemigos, sin respeto y cortesía no somos mejores que los animales, el respeto no es solo fiereza en la batalla sino también el trato a los demás.

誠 Makoto — Honestidad, sinceridad absoluta

La palabra del samurái es su carta de presentación, cuando este dice algo, debe darse por sentado que ya está hecho, no ha de “dar su palabra”, no ha de “prometer”, el simple hecho de hablar ya pone en movimiento el acto de hacer.

名誉「名譽」Meiyo — Honor

El auténtico samurái solo tiene un juez de su propio honor, y es el mismo, el reflejo de quien es en realidad no es más que las decisiones que toma y la forma en que actúa. En caso de quedar mancillado la única forma de restaurarlo es mediante el seppuku.

忠義 Chuugi — Lealtad

Un samurái es responsable de todos sus actos y consecuencias, siéndole leal a toda aquello bajo su cuidado, para un guerrero, la palabra es la huella del hombre que permite a los demás seguirle hasta donde él vaya.

Hasta aquí todo bien, no? Simples reglas morales de hombre fieros entregados a las órdenes de su Shogun, pero, he dicho algo antes, “Seppuku” la única forma de emancipar todos aquellos fallos durante sus vidas, y es aquí cuando esta cultura repleta de raíces, Zen y Budistas, se torna dantesca, digna del extremismo de aquellas religiones que hoy destruyen las creencias pacíficas.

“Seppuku” o Harakiri simples palabras, exóticas a la escucha, tenebrosas en significado “corte del vientre”, sonada forma de suicidio entre aquellos que buscaban limpiar toda falla en vida, y morir con honor, la mancha negra azabache de una moral benevolente y rígida que no profesaba mas que respeto lealtad, honestidad y honor.

Se realizaba de forma voluntaria para morir con honor en lugar de caer en manos del enemigo y ser torturado, o bien como una forma de pena capital para aquellos que habían cometido serias ofensas o se habían deshonrado.

...