El Collar
Enviado por Mariajvp98 • 4 de Marzo de 2015 • 1.958 Palabras (8 Páginas) • 1.198 Visitas
Este cuento es acerca de una señora, Loisel, bella exteriormente pero llena de angustias, nostalgia y desesperación en su interior. Ella anhelaba poder agradar, ser deseada, pertenecer a la clase alta. En una fiesta, a la que fue invitada junto a su marido, ese sueño se le cumplió acaparando todas las miradas de los allí presentes y todos los elogios posibles. Lamentablemente ese día, el de su mayor felicidad, se tornaría miserable por la pérdida de un collar prestado por una amiga, iniciando, a partir de ese momento, una vida aún más horrible y trágica de la que tenían para poder reemplazar la costosa alhaja.
Finalmente, tras 10 largos años vividos en extrema pobreza para poder saldar sus deudas, Loisel se encuentra con la dueña del collar y se entera de que este era sólo una baratija y esa vida atroz a la que se tuvo que adaptar era innecesaria.
El narrador se encuentra en una tercera persona omnisciente, conoce la subjetividad de todos los personajes e introduce valoraciones acerca del determinismo social, de las clases y de los rasgos propios de las mujeres, que podrían llegar a ser los mismos del autor, Maupassant. En la primera parte del cuento hay un pasaje donde se repite en varios momentos la palabra “Pensaba” donde se ve claramente la perspectiva omnisciente del narrador que recupera, desde el personaje, sus pensamientos y a través de ellos, los contraste entre el medio que la rodea -precario, exiguo, falto de esteticismo en la decoración, pobre en lo culinario- y el que anhelaba junto a la clase acomodada.
En la época naturalista el autor era considerado el “creador absoluto”. Este realizaba un mundo ficcional y los lectores tomaban un papel de “niños tutelados” que simplemente lo leían. En “El collar” se ve como tanto las estructuras como el ordenamiento cronológico de los hechos, en parte, no demandan que el lector deba descifrar u ordenar la historia, salvo en los pasajes de preguntas retóricas que pretenden crear suspenso o incertidumbre: “¿qué habría pensado?, ¿qué habría dicho? ¿No la habría tomado por una ladrona?”. Por lo tanto, el lector no resulta ser activo pero tampoco dormita en la pasividad absoluta, se podría decir que no podemos hablar de lector en sentido barthesiano ya que este no prevalece. En este texto es factible el hecho de que produzcamos lo que el autor quiere, que resultemos ser justamente “un lector modelo”.
El tiempo del relato sigue un orden cronológico preciso y lineal. Hay continuas marcas temporales que van dándole progresión al relato como: “Se acercaba el día de la fiesta”, “Llegó el día de la fiesta”, “Al cabo de una semana”.
El ritmo resulta ser ágil, ya que no hay grandes pasajes donde la acción se detenga por extensas descripciones o momentos narrativos. Se puede ver, incluso, la enumeración de acciones en la vida del personaje al cabo de 10 años de la siguiente manera: “Conoció los trabajos pesados del hogar, las odiosas tareas de la cocina. Lavó vajilla, desgastando sus rosadas uñas en los pucheros grasientos y el fondo de las cacerolas. Enjabonó la ropa sucia, las camisas y los paños de cocina…”
En el cuento se pueden apreciar una gran cantidad de diálogos, descripciones, narración e incluso, en el final, la ironía pero aparentemente no como estrategia discursiva sino como un mero suceso de la vida y su tragedia.
Vale aclarar que el arte con intenciones realistas, como resulta ser el de Maupassant, no puede pretender la verdad, ya que un sistema de signos no puede representarla. Por lo tanto, tiende a la verosimilitud, a los conceptos creados por la sociedad de que así es la realidad, cualquier arte, ya sea mimético o realista, no puede pretender la veracidad absoluta.
El cuento esta dividido en siete partes en las cuales se mantiene el orden cronológico advertido anteriormente:
Primera parte: Presentación del personaje (Loisel) y su medio social. Desde la omnipresencia el narrado la describe, sobre todo desde su psicología, su personalidad, sus frustraciones, no se señalan muchos rasgos físicos más allá de su lindura. Justamente el relato se inicia con una referencia a la belleza de Loisel en contraposición con su posición social: “Era una de esas lindas y encatandoras muchachas nacidas, (como por error del destino), en una familia de empleados”. Lo que está entre paréntesis nos reenvía al vinculo belleza-riqueza y fealdad-pobreza, donde el error del destino consiste en que no es esperable encontrar belleza en los sectores humildes.
Segunda parte: Comienza el nudo del cuento a partir del anuncio de la fiesta. Se privilegia el diálogo lo que posibilita observar la relación entre el marido y Loisel con intervenciones del narrador que aportan características de los personajes.
Tercera parte: Meramente predomina el diálogo entre el personaje y la mujer que le presta el collar.
Cuarta parte: Es la parte central del relato que marca su punto climático, debido a que a partir de aquí podríamos decir que comienza a perfilarse el desenlace. Es la escena de la fiesta donde ella se destaca entre los asistentes alcanzando plenitud en un medio social que le es ajeno, el momento de mayor felicidad de Loisel y en simultaneo el comienzo de la infelicidad por el extravío del collar.
Quinta parte: Prevalece la enunciación a partir de la cual se relatan los avatares que atraviesa la pareja como el endeudamiento, la compra del collar y devolución del mismo a su dueña.
Sexta parte: No hay diálogo por lo que prevalece la narración del declinamiento en la vida de la pareja: las privaciones, la extrema pobreza, el desgaste y el envejecimiento “esta vida duró 10 años”.
Séptima parte: Se retoma el diálogo, esta vez entre la protagonista y la dueña del collar con una breve introducción narrativa. El final resulta desconcertante porque no hay indicios a lo largo del cuento que permitan al lector presuponer como sería el desenlace, el cual, apunta a provocar un efecto impactante en el lector que refuerza el sentido, en alguna medida, trágico que signa la vida de la protagonista.
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