El Consumismo Y Globlaización
Enviado por lorefunes61 • 27 de Mayo de 2014 • 2.005 Palabras (9 Páginas) • 341 Visitas
ENSAYO CRÍTICO
GLOBALIZACIÓN Y CONSUMISMO. EL MISMO GATO, PERO CON DIFERENTE ROSTRO Y DISTINTO BOLSILLO.
Clara Lorena Funes
“Mercado: Lugar donde se fija el precio de la gente y otras mercancías”
Eduardo Galeano.
Así es, en efecto, con la expansión del capitalismo a través de su mecanismo la globalización; el mercado es el mundo y la principal mercancía: el ser humano, quien no sólo vende su mano de obra al mejor postor, o en su defecto, al único postor, ello para obtener el medio, es decir la moneda que todo lo adquiere, que le permita consumir de forma insensata, alienada, desmedida e impulsiva de los productos que han creado los dueños del globo, que vuelven más pobres a los pobres, más ricos a los ricos y más devastado al planeta.
El Salvador también abrió sus puertas a la globalización, aunque no recientemente, recuerdo que apareció por los años 70, con la llegada del Mc. Donalds, el Hardees, Toto’s Pizza y otras marcas que avecinaban un desaparecimiento paulatino de nuestra comida autóctona y por ende cambios culturales deplorables en todos los ámbitos; pero esta incursión de la cultura gringa, traería consigo no sólo el cambio cultural, sino más pobreza.
Cuando mencionamos la palabra consumismo, vienen a nuestra mente una serie de conceptos e ideas relacionadas a dicho término, sin embargo nos comprometemos con una definición que contiene la esencia del capitalismo:
Consumismo puede referirse, tanto a la acumulación, compra o consumo de bienes y servicios considerados no esenciales, como al sistema político y económico que promueve la adquisición competitiva de riqueza como signo de status y prestigio dentro de un grupo social. El consumo a gran escala en la sociedad contemporánea, compromete seriamente los recursos naturales y el equilibrio ecológico. El consumismo entendido como adquisición o forma desaforada, idealiza sus efectos y consecuencia, asociando su práctica con la obtención de la satisfacción personal e incluso de la felicidad. (Zamora, Fonseca. 2010. Consumismo, (en línea). Consultado el 13 de mayo de 2014. Disponible en: http://www.ecured.cu/index.php/Consumismo.
Contrastando la definición con nuestra realidad de país tercer mundista dependiente, es posible comprobar la exactitud de sus componentes, porque este fenómeno de carácter mundial ha tocado fuertemente a Latinoamérica, particularmente a nuestro País, tan es así que según un estudio realizado por el PNUD en el 2011, El Salvador obtuvo un “honroso tercer lugar” en la lista de los países más consumistas del mundo; título que se confirma cuando por nuestras calles vemos personas de estratos sociales humildes con al menos un celular, y saldo para llamar, o en los techos de viviendas marginales, antenas de internet y cable, en cuyas mesas quizá no haya comida y sus integrantes padezcan de enfermedades o grave desnutrición desatendida, incluida la carencia de servicios básicos para vivir en los sitios en que residen, es decir sin calidad de vida.
En fechas de pago o recepción de remesas, basta observar los principales centros comerciales para darse cuenta como el dinero se reparte en adquisición de bienes y servicios no esenciales, comida rápida o chatarra, tecnología y vestuario. Los salvadoreños, además de ser compradores insensatos y compulsivos, somos igualados, o mejor dicho competitivos, pues si vemos que el vecino le construye segunda planta a la casa, también él hace la segunda planta aunque la deuda no le permita comer saludablemente, si vemos que compra moto, también el igualado lo hace, si vemos que compra vehículo, de inmediato lo emula el igualado, si vemos que se va de vacaciones a Decameron, no espera mucho el igualado para hacerlo, aunque se “enjarane” y lo justifique con palabras de auto conmiseración expresando “es que me lo merezco, yo trabajo todo el año”.
Las causas del consumismo son variadas, pero las principales tienen que ver con el entorno cultural y el estatus, pues el consumo crece en la medida que crece el ingreso económico. También hay elementos afectivos en las causas del consumo, ya que se compra muchas veces, para ser aceptados socialmente, y por el proceso de masificación de un producto, cuya principal arma es la publicidad abusiva y sugestiva.
En nuestro país, el consumismo que ha calado a través de la globalización, ha llegado al punto de casi hacer desaparecer elementos culturales básicos de nuestra idiosincrasia pues han cambiado nuestros hábitos de consumo, particularmente el rubro de alimentación tradicional, al grado que únicamente persisten algunos alimentos basados en el maíz, los que se ven amenazados por la comida chatarra, ya no sólo gringa, sino mexicana, italiana, china, japonesa, camboyana, cubana, española, francesa, colombiana, peruana, argentina, brasileña y hasta chilena.
Olvido total de los viejos y desconocimiento radical de los jóvenes, de muchos platos nuestros, que otrora reinaban en las mesas salvadoreñas: tamales de cambray, tamales de cerdo, tamales de pato, tamales ticucos, tamales de azúcar, tamales niztapites, pitos en alguaishte, jutes en alguaishte, chacalines en alguaishte, punches en alguaishte, tripa en alguaishte, flor de izote, hijos de piña, carne mechada, lengua fingida, moronga, sopa de frijoles con pellejos de cerdo, sopa pavesa, chacalines con huevo, bazo relleno, carne seca asada, bofe asado, tortas de madrecacao, tortas de pito, tortas de berro, arroz con churria, gallo en chicha, arroz aguado con cerdo, rellenos de lengua, rellenos de ubre, conchas rellenas, rellenos de sesos, pescado forrado y la lista continúa. En una ocasión, escuché a un joven que le dijo a otro: “Mi papá ya está bien viejito, es de aquellos señores de los que comen tamales y pitos”, lo anterior en tono sarcástico. El siguiente editorial, lo ejemplifica mejor:
Más del 55% de la población es soltero o vive acompañado. 65 de cada 100 personas viven en áreas urbanas. La cachucha ha sustituido al sombrero, los tenis a las botas y los centros comerciales a los parques. La comida Chatarra (pizzas, hamburguesas y otras) expresa el marcado consumismo y la creciente obesidad en miles de compatriotas. (Góchez, Rafael. 2014. Nuevo País. La Prensa Gráfica, (En línea).Consultado el 13 de mayo de 2014. Disponible en: http://www.laprensagrafica.com/2014/02/15/nuevo-pais
Pero además, el cambio cultural en materia alimenticia se agrava, porque
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