El Continente Invertido

El continente Invertido

América latina es la región que registra más desigualdades en la distribución de los recursos. La asignación del poder y de los recursos afecta a los bienes, servicios y oportunidades básicas que se encuentran igualmente desequilibradas. La combinación de pobreza y desigualdad en América la convierte en un espacio de miseria que adquiere una forma particular, en el cual es probable que los verdaderos niveles de pobreza y desigualdad a nivel individual sean peores de lo que señalan los estudios realizados ya que no contemplan cuantas personas integran una familia ni cuantas aportan un ingreso a esa familia que en muchos caso solo es la madre la que sostiene a toda una familia de más de 2 integrantes, cayendo en delincuencia, vicios, el esclavismo etc., que disminuyen la calidad de vida de las personas teniendo gran impacto en la salud y bienestar de las personas, ya que los servicios de salud igual están en desigualdad ya que varían según el vecindario incluso de ciudad.

En México muchos pobres no tienen acceso al servicio de salud pública por lo cual los lleva a que tengan que pagar por atención médica privada, a comparación de los vecindarios ricos que tienen todos los servicios en ellos. La distribución desigual no es un tema nuevo, ni un producto de las últimas décadas, aunque hay evidencias que indican que las políticas neoliberales han contribuido al aumento de la desigualdad. La distribución de ingresos es un gran factor de desigualdad en el cual tenía que ver la educación pero incluso la educación es casi tan sesgada como el ingreso ya que las familias pobres no tienen recursos para la educación de sus hijos y las familias ricas pueden enviar a sus hijos a escuelas privadas. Esto no lleva a la clasificación de las clases sociales las cuales marcan más la desigualdad en América latina. Por estas características es que creemos que el lenguaje del análisis de clase, aún siendo útil, no resulta del todo adecuado para América Latina. Las dimensiones de las brechas que separan a los diferentes sectores de la población, la ausencia de proyectos de largo plazo para superar las injusticias, y la estabilidad de una población intocable de trabajadores informales parecen exigir el uso de categorías más cercanas a las de un sistema de castas que al de clases. Esta percepción también es sustentada por la coexistencia de niveles elevados de desigualdad con prejuicios raciales.

...