El Contrato Social
Enviado por Electric • 15 de Abril de 2014 • 4.898 Palabras (20 Páginas) • 205 Visitas
El contrato social
Libro 1
Cap 1: Objeto de este libro.
Si bien aún que el hombre naciera libre, esto no lo libera de ser o llegar a ser un esclavo, en este capitulo se hace una reflexión acerca de cómo se habría podido dar dicha transformación de libertad a esclavitud, “En tanto que un pueblo está obligado a obedecer y obedece hace bien; tan pronto como puede sacudirse el yugo, y lo sacude, obra mejor aún, pues recobrando su libertad con el mismo derecho con que le fue arrebatada, prueba que fue creado para disfrutar de ella. De lo contrario, no fue jamás digno de arrebatársela”.
Cap 2: de las primeras sociedades.
Si bien la familia siempre ha tomado parte importante en toda y cada una de las sociedades que han tenido existencia en este mundo, en este capítulo se toma como el primer modelo de las sociedades políticas, teniendo como referencia 2 partes fundamentales, el padre y los hijos, el primero como la imagen del jefe y los hijos como pueblo, ninguno enajenando su libertad, simplemente siendo participes con su utilidad.
Esto es como decía Aristóteles que algunos hombres nacen para ser esclavos y otros para dominar, si bien coinciden muchos autores como grotio y Hobbes en que el género humano pertenece a una centena de hombre y que no todos los hombres nacen iguales. Y que si bien desde la antigüedad como Adan habito y gobernó solo los primeros años, no debía de temer ni a guerras ni a conspiraciones.
Cap 3: Del derecho del más fuerte.
La fuerza es una habilidad que pocos tienen, o que solo unos cuantos pueden transformarla en poder al grado de que esto pueda ser un factor importante para obedecer, pero nadie esta obligado a obedecer a la fuerza, pues “la fuerza no hace derecho y que no se está obligado a obedecer sino a los poderes legítimos”. Esto lo interpreto en la actualidad como aun que en algún momento la fuerza de un órgano o persona se nos imponga para hacer algo ilícito o algo que va en contra de nosotros, es tan fácil saber que la fuerza no es suficiente para obedecer.
Cap 4: De la esclavitud.
En principio ningún hombre tiene derecho sobre otro naturalmente y tampoco por la fuerza, pues esta no hace derecho, solo queda el supuesto de que una persona enajene (ceder o vender) su libertad para ser esclavo de otro, pero partiendo de lo particular a lo general, ¿con que fin se enajena un pueblo entero para con su rey? Se supone que es con el objetivo de poder subsistir y tener bienestar, pero como todo, y más en una monarquía, era todo lo contrario, pues el rey utilizaba a sus esclavos para poder obtener subsistencia. Ninguna persona se dará a otra gratuitamente, esto es imposible, pues como se dice los súbditos se enajenan a su rey por subsistencia y bienestar, y si no fuera así esto sería un acto de locura y la locura no hace derecho. Como se dice desde la época de los romanos, ser esclavo no es ser un ser humano, es ser una cosa y con esto se renuncia a los derechos y obligaciones que se pueden tener. “despojarse de la libertad es despojarse de moralidad”.
Grotio y otros como él, deducen de la guerra otro origen del pretendido derecho de la esclavitud. Pues si bien se sabe, cuando un Estado estaba en guerra con otro y uno de los dos ganaba, el vencedor tendría derecho a esclavos, pero en este capítulo se hace hincapié en que la guerra no es una relación hombre a hombre, si no de Estado a Estado, y lo que pude sacar como aprendizaje o comprensión de esto es que el estado puede tomar esclavos, mientras estos sean defensores de este, pero cuando simplemente son personas, no se pueden violar sus derechos. “el derecho de esclavitud es nulo, no solamente pro que es ilegitimo, sino por que es absurdo y no significa nada”.
Cap 5: Necesidad de retroceder a una convención primitiva.
Aun cuando se disfracen los puestos de pueblo y jefe, en realidad serán señor y esclavos, porque no se persigue un bien político, si no el interés particular de unos cuantos, un interés privado que solo pocos pueden manejar a su antojo.
Cap 6: del pacto social.
En este capítulo se habla sobre la fuerza de un pueblo en general, cuando este se enajena y brinda toda su fuerza a un cuerpo común.
Los hombres no pueden engendrar nuevas fuerzas, sino solamente unir y dirigir las que existen, no tienen otro medio de conservación que el de formar por agregación una suma de fuerzas capaz de sobrepujar la resistencia. En el cual no se tienen derechos particulares, todas las personas son parte de un todo pero sin perder el compromiso consigo mismos, Lo siguiente se enuncia en encontrar una forma de asociación que defienda y proteja con la fuerza común la persona y los bienes de cada asociado, por la cual cada uno, uniéndose a todos, no obedezca sino a sí mismo y permanezca tan libre como antes. Se hace primera mención del contrato social y se explica que las cláusulas de este contrato están determinadas por la naturaleza del acto, han sido tácitamente reconocidas y admitidas. Cuando la unión se hace completamente esta resulta perfecta y ningún asociado tiene la necesidad de reclamar algo. Si bien se dicen que en primer lugar recibían el nombre de cuidad, hoy república o cuerpo político, y este cuando es activo recibe el nombre de Estado, pero cuando se refiere a los asociados tiene el nombre de pueblo e individualmente el de ciudadanos y estos al estar sometidos a las leyes del Estado se les nombra súbditos.
Cap 7: del soberano.
El acto de asociación implica un compromiso por igual del público con los particulares, cada individuo que se contrata consigo mismo está obligado a una doble relación para con el soberano como particular y como miembro del estado para con el soberano.
La deliberación pública puede obligar a los súbditos con el soberano, pero no al soberano consigo mismo, pues esto va en contra de la naturaleza del cuerpo político. Pero esto no significa que tanto soberano como súbditos, aunque estos igual tomen un compromiso consigo mismo, no puedan comprometerse con otros.
Y cuando por algún motivo las dos partes están unidas o contratadas por un interés en común ayudarse mutuamente, al igual que los particulares hacer lo posible para obtener ventajas que de ellas deriven, pero si bien la soberanía no tiene que dar ninguna garantía a los súbditos, estos a ella si, aunque la soberanía no puede dañar a ninguno en particular. Pero existe otra cara de la moneda, todos como individuos tienen o tenemos voluntades contrarias a las que tenemos como ciudadanos y muchas veces estos intereses particulares pueden aconsejar de manera distinta a lo que se encuentra como interés común, pero esto causaría la ruina del cuerpo político si este gozara de los derechos de ciudadano sin querer cumplir con sus deberes.
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