El Lider Que No Tenia Cargo
Enviado por allansantost • 25 de Noviembre de 2014 • 437 Palabras (2 Páginas) • 248 Visitas
EL LÍDER QUE NO TENÍA CARGO
Preocuparse por cosas que no dependen de uno es una buena manera de ponerse enfermo.
Además, la mayoría de las cosas que tanto nos preocupan no suceden jamás. Los problemas reales de la vida suelen ser cosas en las que ni siquiera se nos ha ocurrido pensar, cosas que de pronto te asaltan a las cuatro de la tarde un martes cualquiera.
Tal vez uno de los mejores dones que me legaron mis padres fue el ansia de aprender,
sobre todo a través de los libros. Entre las tapas de un libro hay ideas que si se ponen en marcha tienen la fuerza de cambiar cada uno y todos los aspectos de nuestra vida.
Y la autoeducación obsesiva y persistente es una de las mejores tácticas de supervivencia para atravesar épocas turbulentas. Las mejores personas suelen tener las bibliotecas más grandes.
Un día ocurrió en mi vida una especie de milagro. Cuando menos lo esperaba, la fortuna vino a mí y dió la vuelta a la tortilla. Un individuo curiosísimo apareció por la librería,
y las lecciones que me enseñó en el breve tiempo que pasamos juntos hicieron añicos los límites a los que yo me había estado aferrando, me mostraron así una forma totalmente nueva y diferente de trabajar y de ser. Los tiempos difíciles forman mejores personas. Que en la dificultad nace la oportunidad.
Todos necesitamos empezar a ejercer el liderazgo. Decir que no tienes un puesto elevado
y por tanto no tienes por qué considerarte responsable de los resultados de la organización ya no es una excusa. Para liderar ya no hace falta una autoridad oficial, sólo el deseo de implicarse y el compromiso de dejar una huella positiva. La Madre Teresa lo expresó muy bien: “Si cada uno barriera la puerta de su casa, el mundo estaría limpio”. Para ser líderes tenemos que empezar por ser excelentes en lo que hacemos.
La única manera de que cualquier organización, y cualquier ser humano, progresen en estos tiempos de cambios revolucionarios es comenzar a funcionar bajo un modelo revolucionario de Liderazgo. Y este modelo consiste en crear un entorno y una cultura donde cada uno necesite ejercer el liderazgo, donde cada uno apunte a la innovación, donde cada uno inspire
a sus compañeros, donde cada uno esté abierto al cambio, donde cada uno asuma responsabilidades por los resultados obtenidos, donde cada uno sea positivo y donde cada uno se entregue sin reservas a dar lo mejor de sí mismo. Y una vez esto sea una realidad,
la organización no solo se adaptará perfectamente a las condiciones cambiantes, sino que además será líder en su campo. Todos los trabajos son importantes.
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