El Nicho De Desarrollo En Los Niños Preescolares

Como sabemos dentro de un jardín de niños cada alumno tiene habilidades variables debido a que su nivel de maduración es diferente, pero a su vez cada niño posee diferentes experiencias que le serán de gran utilidad. Al ingresar se les tiene que hacer un examen diagnostico para ver cuáles son sus conocimientos previos, así como entrevistas a los padres para ir conociendo y construyendo lo que será el nicho de desarrollo de los niños, que es una herramienta de trabajo para los docentes donde observamos, investigamos, recopilamos información, analizamos y de esta manera poder diseñar intervenciones docentes significativas para los niños. En dicha información que se recopila se debe de considerar el ambiente en el que el niño se desenvuelve como un aspecto importante para valorar la diversidad que asiste al jardín de niños.

Esas interacciones con el ambiente permiten explicarnos las posibles conductas y respuestas ante ciertas situaciones, su forma de pensar de hablar y de interactuar con sus compañeros.

Por otro lado considerando que los padres son los principales agentes de socialización y por ende responsables de las conductas y comportamientos de los niños, quienes a su vez suelen adoptar un modelo procedente de los progenitores o de alguno de ellos. Por ello es que en muchos de los casos existe una discordancia sobre las metas/expectativas que tienen y su manera de criarlos.

Si el tema expuesto lo llevamos a las comunidades donde actualmente desempeñamos nuestro trabajo práctico, la mayoría de los padres pretenden que en la escuela sus hijos aprendan a leer y a escribir, para que pronto se incorporen a la vida laborar, sin embargo la forma que emplean para que ello se logre radica mucho en la manera en que ellos mismos fueron educados, limitando las posibilidades que tiene la escuela de mejorar las condiciones conductuales, cognitivas etc. Los castigos severos por ejemplo, o la ausencia sobre las actividades escolares del niño muestran que la forma de comportarse los padres hacia los hijos se relaciona en muchas ocasiones con el temperamento del niño.

Considero entonces que las metas que tiene la escuela sobre los logros de los niños deben ir a la par con las expectativas que tienen los padres sobre sus hijos, pues en este sentido será benéfico para el desarrollo del niño y su integración que se logren interacciones con los mismos fines entre dos escenarios que le son de gran significación sobre sus primeros inicios escolares.

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