El Precedimiento para uso de extintores portátiles

1. OBJETIVO.

Establecer los conocimientos básicos para el correcto uso de extintores portátiles.

1. DESARROLLO.

2.1 Teoría del Fuego.

La combustión no es otra cosa que una reacción de oxidación, exotérmica, en la que el combustible se descompone por la acción del calor dando lugar a determinados “productos de descomposición” que se combinan con el oxígeno, produciendo humos y gases. Esta combinación también produce calor, ocasionando nuevas descomposiciones de combustible. Todo este proceso da lugar a una reacción en cadena que autoalimenta el fuego.

A partir de lo enunciado se genera la teoría del “Tetraedro del Fuego”, según la cual para que exista fuego deben estar presentes:

• Combustible.
• Comburente.
• Calor.
• Reacción en cadena.

Combustible: por definición es toda sustancia que arde. Los combustibles pueden ser sólidos (madera, papel, cartón, etc.), líquidos (solventes, gas-oil, etc.) y gaseosos (gas natural, acetileno, etc.)

Comburente: es el oxígeno. El aire que respiramos lo contiene en un  21 %. El fuego requiere una atmósfera de por lo menos un 16 % de oxígeno.

Calor: es la energía necesaria que eleva la temperatura del combustible para que el fuego se produzca. Se puede presentar en forma de chispas, fricción, etc.

Reacción en cadena: Una reacción en cadena puede ocurrir cuando los otros tres elementos estén presentes en las condiciones y proporciones apropiadas. El fuego ocurre cuando esta rápida oxidación toma lugar.

Eliminado cualquiera de estos factores, el fuego no podrá ocurrir, o se apagará si ya estaba ardiendo.

Para ilustrar lo anteriormente dicho, se muestra a continuación la figura del tetraedro del fuego.

[pic 1]

2.2 Clases de Fuego.

Fuegos clase A: son los que se producen en combustibles sólidos, como por ejemplo cartón, papel, madera, plásticos, etc. El método de extinción más apropiado para estos fuegos es el de enfriamiento.

Fuegos clase B: son los que se producen en líquidos inflamables (pinturas, solventes, nafta, gas-oil, etc.) y gases inflamables (gas natural, acetileno, etc.). El método de extinción más apropiado para estos fuegos es el de sofocación.

Fuegos clase C: son los originados en equipos e instalaciones eléctricas. Por su naturaleza, la extinción debe realizarse con agentes no conductores de la electricidad.

Fuegos clase D: son los originados por ciertos productos químicos o por metales combustibles como el sodio, potasio, titanio, etc.

2.3 Extinción.

Para ello, debemos actuar sobre uno de los elementos del tetraedro. Si actuamos sobre :

• Combustible, el método se llama Retiro.
• Oxígeno, el método se llama Sofocación.
• Calor, el método se llama Enfriamiento.
• Reacción en cadena, el método se llama Inhibición.

2.3.1 Sofocación:

1. Anhídrido Carbónico, ahoga o sofoca el fuego desplazando el oxígeno necesario para realizar la combustión. Actúa como si cubriéramos el fuego con una manta. Es útil en ambientes cerrados. En ambientes abiertos es muy poco efectivo si hay una leve brisa o viento.
2. Espumas, actúan especialmente sobre combustibles líquidos, cubriendo la superficie. De esta manera impiden el contacto de los mismos con el aire. Asimismo evitan el desprendimiento de los vapores combustibles.
3. Mantas ignífugas: impiden que se pongan en contacto el aire y el combustible. Las mantas son ideales para sofocar fuegos sobre personas.

2.3.2 Enfriamiento:

El agua es el elemento extintor más conocido. Su acción se basa en tres efectos: refrigeración, sofocación por los vapores que desprende y separación de la llama de la sustancia que arde cuando se arroja un chorro pleno. El agua resulta efectiva para incendios clase A. Nunca debe utilizarse para extinguir fuego sobre instalaciones eléctricas.

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