El Quijote En Spanglish
Enviado por cayosaurio • 2 de Abril de 2013 • 2.335 Palabras (10 Páginas) • 639 Visitas
El Quijote de Cervantes llevado al Spanglish (Análisis)
En muchos lugares de los Estados Unidos, la afluencia de latinos es cada vez más grande, a tal punto que, en algunas ciudades como Miami, o Virginia es común escuchar tanto el inglés como el español en los contextos comunicativos más comunes. Hace ya varios años, y especialmente en Miami donde las grandes masas latinas provienen mayormente de México y otras ciudades hispanas, el spanglish ha ido ganado mayor fuerza y aceptación entre estos sectores muy a pesar de muchos lingüistas quienes lo consideran una “aberración”. Si bien comenzó como una suerte de abreviación latina de algunas palabras anglosajonas (términos como “printear”, derivada de printer (impresora), o incluso otras más conocidas como “chatear”) poco a poco ha ido derivando en todo un lenguaje nuevo. Este “spanglish” como lo denominan, es bastante utilizado especialmente en barrios pobres donde la afluencia de inmigrantes latinos es cada vez mayor, y se caracteriza por una mezcla del castellano y el inglés a varios niveles lingüísticos (morfológico, fonético, sintáctico, semántico), en distinto grado y forma según la comunidad concreta que lo emplee.
Ilan Stavans, filólogo americano, de origen judío y nacido en México, causó hace unos años revuelo por un artículo en el que tradujo el primer capítulo de la célebre obra de Cervantes “Don Quijote” al Spanglish, como una suerte de critica a aquellos puristas que ven esta “lengua” como una degradación tanto de la lengua cervantina como de la lengua de Shakespeare. 10 años le tomo a Stavans traducir el primer capítulo de la obra, y actualmente se encuentra en proceso de escribir la segunda. Algunos podrán decir que Cervantes debe estarse revolcando en su tumba luego de leer lo que viene a continuación, sin embargo, como futuros lingüistas creo que debemos estar abiertos siempre a conocer nuevos lenguajes, nuevas formas de comunicación por más extrañas que nos puedan parecer. He aquí pues, el primer capítulo de “Don Quijote de La Mancha” de Miguel de Cervantes, traducido al “spanglish por Ilan Stavans:
“In un placete de La Mancha of which nombre no quiero remembrearme, vivía, not so long ago, uno de esos gentlemen who always tienen una lanza in the rack, una buckler antigua, a skinny caballo y un grayhound para el chase. A cazuela with más beef than mutón, carne choppeada para la dinner, un omelet pa’ los Sábados, lentil pa’ los Viernes, y algún pigeon como delicacy especial pa’ los Domingos, consumían tres cuarers de su income. El resto lo employaba en una coat de broadcloth y en soketes de velvetín pa’ los holidays, with sus slippers pa’ combinar, while los otros días de la semana él cut a figura de los más finos cloths. Livin with él eran una housekeeper en sus forties, una sobrina not yet twenty y un ladino del field y la marketa que le saddleaba el caballo al gentleman y wieldeaba un hookete pa’ podear. El gentleman andaba por allí por los fifty. Era de complexión robusta pero un poco fresco en los bones y una cara leaneada y gaunteada. La gente sabía that él era un early riser y que gustaba mucho huntear. La gente say que su apellido was Quijada or Quesada –hay diferencia de opinión entre aquellos que han escrito sobre el sujeto– but acordando with las muchas conjecturas se entiende que era really Quejada. But all this no tiene mucha importancia pa’ nuestro cuento, providiendo que al cuentarlo no nos separemos pa’ nada de las verdá.
It is known, pues, que el aformencionado gentleman, cuando se la pasaba bien, which era casi todo el año, tenía el hábito de leer libros de chivaldría with tanta pleasura y devoción as to leadearlo casi por completo a forgetear su vida de hunter y la administración de su estate. Tan great era su curiosidad e infatuación en este regarde que él even vendió muchos acres de tierra sembrable pa’ comprar y leer los libros que amaba y carreaba a su casa as many as él podía obtuvir. Of todos los que devoreó, ninguno le plaseó más que los compuestos por el famoso Feliciano de Silva, who tenía una estylo lúcido y plotes intrincados that were tan preciados para él as pearlas; especialmente cuando readeaba esos cuentos de amor y challenges amorosos that se foundean por muchos placetes, por example un passage como this one: La rasón de mi unrasón que aflicta mi rasón, en such a manera weakenea mi rasón que yo with rasón lamento tu beauty. Y se sintió similarmente aflicteado cuando sus ojos cayeron en líneas como these ones: … el high Heaven de tu divinidad te fortifiquea with las estrellas y te rendea worthy de ese deserveo que tu greatness deserva.
El pobre felo se la paseaba awakeado en las noches en un eforte de desentrañar el meanin y make sense de pasajes como these ones, aunque Aristotle himself, even if él had been resurrecteado pa’l propósito, no los understeaba tampoco. El gentleman no estaba tranquilo en su mente por las wounds que dio y recebió Don Belianís; porque in spite de how great los doctores que lo trataron, el pobre felo must have been dejado with su face y su cuerpo entero coverteados de marcas y escars. Pero daba thanks al autor por concluir el libro with la promisa de una interminable adventura to come. Many times pensaba seizear la pluma y literalmente finishear el cuento como had been prometeado, y undoubtedly él would have done it, y would have succedeado muy bien si sus pensamientos no would have been ocupados with estorbos. El felo habló d’esto muchas veces with el cura, who era un hombre educado, graduado de Sigüenza. Sostenía largas discusiones as to quién tenía el mejor caballero, Palmerín of England o Amadís of Gaul; pero Master Nicholas, el barbero del same pueblo, tenía el hábito de decir que nadie could come close ni cerca to the Caballero of Phoebus, y que si alguien could compararse with él, it had to be Don Galaor, bró de Amadís of Gaul, for Galaor estaba redy pa’ todo y no era uno d’esos caballeros second-rate, y en su valor él no lagueaba demasiado atrás.
En short, nuestro gentleman quedó tan inmerso en su readin that él pasó largas noches –del sondáu y sonóp–, y largos días –del daun al dosk– husmeando en sus libros. Finalmente, de tan pocquito sleep y tanto readin, su brain se draidió y quedó fuera de su mente. Había llenado su imaginación con everythin que había readieado, with enchantamientos, encounters de caballero, battles, desafíos, wounds, with cuentos de amor y de tormentos, y with all sorts of impossible things, that as a result se convenció que todos los happenins ficcionales que imagineaba eran trú y that eran más reales pa’ él que anithin else en el mundo. El remarcaba que el Cid Ruy Díaz era un
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