El Retrato De Dorian Grey
Enviado por andypaca • 5 de Abril de 2015 • 3.067 Palabras (13 Páginas) • 333 Visitas
Al ser eternamente joven, Dorian Grey no tiene que asumir las normas y las convicciones dictadas por la sociedad y por la edad: su juventud rechaza cualquier tipo de moral y de ética impuesta por las normas y convenciones sociales sino que, con la rebeldía propia de la juventud, se basa en sus sentimientos y sus parte instintiva, dejando a un lado la parte racional a la hora de realizar sus actos, sin importarle a priori las consecuencias. Al guiarse por sus sentimientos, Dorian Grey no se para a pensar y a reflexionar que toda acción tiene sus consecuencias y más al convivir en una sociedad. Es por ello que todas sus acciones, sean buenas o malas, quedan reflejadas en su retrato, una mirada física y psicológica de la persona.
Al mismo tiempo, Dorian Gray actúa, a lo largo de la obra, en contra de algunos deberes jurídicos, como cuando mata a su amigo Basil, pero, como consigue que la justicia no lo sepa, no se le impone ninguna sanción. Por ello, las consecuencias de ese acto pasan a ser las mismas que si hubiera infringido un deber moral, es decir, sufre fortísimos remordimientos, miedo, vergüenza, etc. Su conciencia, debido a todo esto pasa a dañar y empeorar su imagen en el cuadro, ya que éste es el reflejo de su espíritu. De dicha conciencia fluye lo que llamamos la culpa. La mancha que nos va desgarrando como podía hacerlo el paso del tiempo en el retrato de aquel bello Dorian Gray.
Otra de los temas tratados en la obra es el rechazo a todo tipo de moral y de ética: Kant ya lo había planteado en el siglo XVIII defendiendo la ética material frente a la escolástica (el deber por el deber) mientras que Nietzsche en su obra Así habló Zaratustra habla de la muerte de Dios como la ruptura de todas las convenciones morales anteriores, defendiendo el nihilismo y cómo el ser humano, empapado de dicho nihilismo, no tiene ninguna obligación moral y que responder por sus acciones ante unos valores éticos y morales impuestos por la sociedad.
Esta filosofía está presente el romanticismo, un movimiento cultural que abarca la primera mitad del siglo XIX que surge como reacción al siglo anterior, el llamado Siglo de la Luces en la literatura y otras manifestaciones artísticas, y el siglo de la Ilustración en el ámbito de la filosofía.
Vivir bien o vivir mal
El ser humano puede decidir entre vivir bien o vivir mal. De hecho, vivir bien es una elección. Las personas no vivimos solas, y por ello, en nuestras decisiones, debemos buscar el equilibrio entre el bienestar personal y el colectivo, entre una ética individual y una ética colectiva. A menudo se observa que la reflexión ética se encuentra entre la conciencia de las personas y el derecho (conjunto de leyes que la comunidad se ha impuesto).
Dejando aparte las normas coercitivas del derecho, el ser humano tiene la libertad para actuar bien o actuar mal: esta libertad está presente en todas las acciones que éste realiza y que dejan huella en su ser, es decir, en el alma. En el caso de Dorian Gray, todas las acciones, ya sean buenas o malas, quedan reflejadas en su retrato.
Otro de los puntos principales de la obra es el rechazo a la concepción determinista del mundo: el protagonista, desde su libre albedrío, toma sus propias decisiones: El protagonista se debate siempre en lo que tiene o no que hacer, si se fuma o no el primer cigarrillo, si se va o no de putas de camino al teatro para ver actuar a su prometida y ya en los confines de su dilatada moral si tiene o no que asesinar a un hombre para ocultar su secreto… Pero el resultado de esas decisiones no deja huella en su cuerpo sino en su alma, es decir, el retrato que le realiza Basil Hallward, a quien Dorian conoce a través de su amigo lord Henry.
Al tener absoluta libertad sobre sus actos, es necesario que los propios personajes tengan un autocontrol para evitar que las consecuencias de sus propios actos no les desborden y acaben con su propia existencia física.
El nuevo hedonismo es la filosofía de vida de Dorian Grey: él considera que el fin de su vida es buscar el placer sin ningún tipo de limitación, dejando que las consecuencias de sus actos hagan mella en su retrato. Pero, según las tesis de Oscar Wilde, es el hombre quien al fin y al cabo es el responsable último de sus actos.
EL HEDONISMO es una doctrina filosófica que considera al placer como la finalidad de la vida. Los hedonistas viven para disfrutar de los placeres de la vida, intentando evitar el dolor.
Todo lo que el hombre hace en su vida es un medio para conseguir otra cosa, en cambio, el hedonista lo único que busca es el placer en sí mismo, el placer de los sentidos.
En un sentido positivo el hedonista intenta satisfacer de manera moderada las necesidades que tenga su cuerpo, busca los bienes materiales que le dan seguridad y cultiva la amistad, el amor, las letras y las artes.
Puesto que la idea del placer puede ser subjetiva, existen tendencias dentro del hedonismo que dicen que no hay bien superior al placer y resaltan el placer del cuerpo en lugar de los placeres mentales. Otras en cambio, lo asocian con la paz y la calma. El fin en este caso no es obtener placer de manera inmediata sino reducir el deseo
En la actualidad se apuesta por el hecho de que hay que darle más importancia al ser que al tener. Esto supone disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Así, nuestra existencia debe ser tomada como la búsqueda del placer en la que el cuerpo es un aliado y en la que el tiempo es más importante que el dinero.
La finalidad de la vida es el placer, el tiempo debe de estar destinado a disfrutar de todas las pasiones y gozar de emociones placenteras sin pensar si están bien o mal moralmente.
La crítica al hedonismo es una parte clave de la obra de Oscar Wilde: el retrato de Dorian Grey es el que envejece mientras que el protagonista se mantiene joven y bello. Este amor por la superficialidad, por las apariencias, por la sobrevaloración de la belleza cuando se asume que ésta es moral al mismo tiempo porque así lo parece provoca que Dorian Grey lleve una doble vida donde en una cara conviven el lujo, la elegancia y las buena formas y, por otro lado, un ambiente oscuro, depravado, donde convive lo más despreciable de la sociedad.
Ética y Justicia
Fernando Savater, en el primer capítulo de su libro Ética para Amador («De qué va la ética»), define la ética como «el arte de vivir, el saber vivir, por lo tanto el arte de discernir lo que nos conviene (lo bueno) y lo que no nos conviene (lo malo)».
Ello implica establecer una distinción entre lo que sea bueno y lo que sea malo desde el punto de vista ético, y si el bien y el mal éticos coinciden
...