El Secreto De Las 7 Semillas
Enviado por ivan_27al • 22 de Marzo de 2015 • 2.866 Palabras (12 Páginas) • 275 Visitas
El secreto de las siete semillas
Este libro me pareció muy interesante, además de que nos deja una enseñanza muy importante, que es el valor de la vida así como de aprovechar al máximo cada momento. La historia trata acerca de un hombre llamado Ignacio quien es dueño de una empresa, pero no se encontraba muy bien debido a la intensa competencia que existía en el mercado además de que en cuestiones económicas tenía muchas deudas y poco a poco iba perdiendo credibilidad ante los bancos y ante sus clientes; en una ocasión Ignacio tuvo un disgusto muy grande en la oficina lo que le provoco un pre infarto, Ignacio era de un carácter muy fuerte además de intolerante. El médico le dijo que se había recuperado de forma rápida pero que debía de llevar un ritmo de vida menos acelerado y le recomendó la meditación; Ignacio no creía en esas cosas y estaba decidido a regresar a su trabajo y seguir su forma de vida. En otra ocasión a Ignacio se le presento otro problema grave en su empresa por lo que reacciono como siempre de manera agitada y violenta en ese momento sintió como poco a poco se le iba adormeciendo el brazo y fue entonces que reacciono y se tranquilizó; gracias a este acontecimiento decide ir en busca de ayuda para poder relajarse, Ignacio consigue la dirección de un maestro que le enseñara a tranquilizarse y decide acudir. Ignacio llega a la dirección y toca, cuando es recibido se tardan un poco en pasarlo con el maestro cosa que le disgusto ya que él consideraba que el tiempo era algo muy valioso y no debía de desperdiciarse, mientras Ignacio esperaba pensaba que eso era una pérdida de tiempo, cuando lo hicieron pasar con el maestro Ignacio le dijo que él quería aprender a relajarse y el maestro le pregunto que para que había ido a buscarlo, Ignacio se molestó ya que le había dicho claramente que quería aprender a relajarse, pero el maestro insistió con la misma pregunta cosa que molesto mucho a Ignacio y cuando se disponía a irse el maestro le pregunto si era feliz; esta pregunta enfureció a Ignacio respondiendo que él era un empresario exitoso y enumeró sus posesiones a lo que el maestro le respondió que él solo quería saber si se sentía feliz, esto ocasionó que le saliesen las lágrimas a Ignacio al darse cuenta de que no era realmente feliz. El maestro le explicó que la felicidad no se compra sino se siente y el que siente es el espíritu, entonces ahora debía aprender a generar felicidad en su vida. Ignacio le pidió instrucciones al maestro para ser feliz y éste sacó un cofre, donde guardaba 7 semillas, las semillas de la felicidad. Le dijo que cada una de ellas tiene una profunda enseñanza. El maestro le entregó la primera semilla para que la siembre y que regrese cuando haya germinado para descifrar la enseñanza. Ignacio fue a su casa y planto la semilla en su jardín, todos los días la regaba y la cuidaba y la observaba. Pero no crecía nada.
Ignacio acudió con el maestro muy enfadado ya que la semilla no había germinado y se sentía humillado, cuando Ignacio le hizo saber su malestar el maestro respondió que esa semilla no iba a florecer nunca ya que había sido golpeada por un martillo, esto molesto mucho a Ignacio pero el maestro comenzó a explicar que una semilla golpeada no puede crecer y desarrollarse, lo mismo pasa con las personas ya que si tienen una infancia infeliz y llena de maltratos esta conducta será reflejada en el futuro, Ignacio comenzaba a darse cuenta de que al vivir contantemente los maltratos de su padre en su niñez estos se iban presentando en su vida diaria como algo normal, el acostumbraba humillar a sus trabajadores cuando hacían las cosas mal, fue entonces que Ignacio se dio cuenta de que esas conductas eran el reflejo de lo que vivió en su niñez, el maestro le recomendó analizar cada situación de esa manera el seria consiente de sus actos y poco a poco iría desapareciendo esa actitud, después de esa platica el maestro le entrego la segunda semilla a Ignacio y le dijo que la plantara que esta si crecería y que cuando la planta hubiera nacido regresara con él.
A Ignacio le costaba trabajo ser consiente cuando agredía verbalmente a sus empleados, sobre todo cuando las cosas se tornaban difíciles, después de un tiempo Ignacio lograba mantenerse sereno cosa que le lleno de alegría y decidió acudir con el maestro ya que su planta había nacido, el maestro le pregunto qué tipo de planta era e Ignacio respondió que era una mimosa púdica pero que no entendía el significado de la planta, el maestro le explico que esa planta tenía la característica de que cuando percibía ruidos fuertes se contraía y se quedaba quieta, después de que pasara el sobresalto la planta volvía a mostrarse, el maestro le dijo a Ignacio que tenía que aprender a controlar sus impulsos e imitar el comportamiento de la planta, para poder ser más paciente. Ignacio entendió lo que el maestro le quiso decir y fue centrándose poco a poco para no perder el control de su carácter, para esto su maestro le enseño una técnica de meditación la cual consistía en repetir durante 15 minutos una palabra que le resultara placentera, Ignacio escogió la palabra paz; además de otra técnica la cual consistía en el control de su respiración. El maestro le hizo entender que el verdadero objetivo de la empresa es ofrecer un entorno que le permita tanto a él como a su personal realizarse, crecer, aprender, desarrollarse. La rentabilidad y el dinero son un medio y no el fin en sí mismo. Le dijo que aproveche cada dificultad, cada crisis para hacerse una mejor persona. Que continúe con su meditación, practique su respiración y que recuerde siempre el verdadero objetivo de los negocios. Después de esta plática el maestro le dio a Ignacio la tercer semilla y le pidió que practicara todo lo que había aprendido hasta el momento y que regresara cuando la semilla hubiese florecido.
Después de cuatro meses la semilla había germinado en un rosal. Ignacio había avanzado mucho en la meditación, su carisma había aumentado pues esto transmitía confianza a sus clientes y se constituyó en el mejor vendedor de su empresa. Aquel día Ignacio se dirigió a la casa del maestro para decirle que la planta era un rosal de flores rojas y el maestro le dijo que la tercera semilla representada por la rosa es el control del ego. Ignacio tenía que aprender a no hablar mal de nadie y juzgar sin inflarse. No tenía que permitir que su ego se infle y no buscar culpables para sacárselos en cara sino para que mejoren. El objetivo del ego es esconder las carencias internas pero sobre todo esconderlas a uno mismo. El ego no acepta ideas de los demás, porque el ego se cree superior y más inteligente. El maestro le dijo que es difícil librarse del ego, pero se podía poner bajo control. Meditando lograrás consumir tú ego y le entregó la cuarta semilla para que la siembre.
Después
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