El análisis de los libros de Frutos de mi tierra de Tomás Carrasquilla

Reseña

Luis Carlos Peña

Carvajal, E., & Gallego, F. A. (2008). La nación colombiana y los procesos de modernización en Frutos de mi tierra de Tomás Carrasquilla. Estudios de Literatura Colombiana(23), 45-59.

En la obra Frutos de mi tierra de Tomás Carrasquilla publicada por primera vez en 1896 por Librería Nueva, de Bogotá, puede verse como trasfondo, a través de los personajes, de las relaciones mediadas por la actividad comerciante, de las marcadas diferencias de estatus social en las familias de Medellín, representadas principalmente por la familia Alzate y la familia Palma, la disolución de una sociedad urbana, permeada por los procesos de modernización e industrialización y su vez influenciada por culturas provenientes de otras regiones del país.

Después de su publicación se han realizado diversos estudios, aunque no en gran proporción como la que ha gozado la aclamada María de Isaacs. En los análisis literarios y con cierto componente histórico enmarcado en la obra de Tomás Carrasquilla, encontramos un artículo de Edwin Carvajal y Félix Gallego (2008) bajo el título “La nación colombiana y los procesos de modernización en Frutos de mi Tierra de Tomás Carrasquilla”. En este se plantea que en la obra de Carrasquilla hay una gran creatividad en el uso de la lengua española y una “capacidad para representar social y culturalmente la idiosincrasia antioqueña y colombiana de la época” (Carvajal & Gallego, 2008, p. 48) por parte del escritor antioqueño, lo cual permite ver una riqueza tanto estética como de la representación social. Los autores dan una entrada sobre la obra Frutos de mi tierra en la que centran su análisis, caracterizando en general a los personajes los cuales están dominados por sentimientos como el egoísmo, el orgullo, la vanidad y la falsedad.

Después de esto, se comienza a analizar la posición de Carrasquilla frente a la realidad social y política del país a partir de la idea que comienza a forjarse en relación con la reconstrucción de la identidad nacional. Para Carvajal y Gallego “es evidente como las guerras propiciaron cambios económicos y sociales en el país y la región” (50), lo que de alguna manera se vislumbra en la familia Alzate al buscar nuevas formas de subsistencia. En el trasfondo de la condición de esta familia que viven en una “envidiable posición económica”, se apuntala la crítica de Carrasquilla frente a la imposición de la nueva constitución de 1886 por parte de Rafael Núñez por el hecho de proponerse en medio de la calma provisional después de los ecos de las guerras civiles. De ahí que se afirme que “es una falacia pensar la unidad de la nación a partir de una constitución legítima y un gobierno centralista que no da cuenta de los intereses y problemas reales de las regiones diversas que constituyen la nación delimitada geográficamente” (51). en este sentido

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