El camino a la educación alimentaria

Pontificia Universidad Javeriana

Carrera de Nutrición y Dietética

Asignatura: Educación Alimentaria y Nutricional

Maria Andrea Belalcazar

Valentina Heberle

16 de Octubre de 2020

 RAE 2

El camino a la educación alimentaria

Alejandro siempre ha soñado con pertenecer al equipo de fútbol de su escuela, pero nunca se presentaba porque no podía correr lo suficiente y le importaba mucho lo que dijeran de él; por eso dejó su sueño a un lado. Durante los descansos, lo único que hacía era leer historietas, en la cafetería de la escuela, donde se la pasaba la mayor parte del tiempo comiendo pastelitos gloria, su comida favorita. Deseaba tener un tiempo con amigos y disfrutar de las mismas cosas que hacen los jóvenes de su edad.

Un día Alejandro decidió realizar la prueba de educación física más difícil de su clase para demostrar a sus compañeros de lo que era capaz; tiempo después sus respiraciones aumentaron hasta el punto de no poder respirar y dejarlo en la enfermería. Desde ese momento, Alejandro no aguanto más que sus compañeros se burlaran. El enfermero Guillermo, le comentó la situación a sus padres, advirtiendo que si no actuaban para mejorar su salud, Alejandro no podría tener una vida normal en un futuro, por las numerosas complicaciones que se sumarían a su estado de obesidad.

Alejandro no asistió a clases, avergonzado de lo sucedido y odiando sentirse de esa forma; por lo que decidió averiguar por Instagram una solución a su problema. Entre perfil y perfil, etiqueta en etiqueta, encontró un centro de ayuda llamado “Grupo GOCE”, para jóvenes en la misma condición que Alejandro, con sobrepeso, obesidad y con otros trastornos de la conducta alimentaria. En una publicación explicaban que:

“Nuestro trabajo está basado en la educación alimentaria y nutricional, la cual busca en cada participante crear un conjunto de experiencias de aprendizaje que puedan emplear en distintos niveles para facilitar las conductas voluntarias que te llevan a una salud y bienestar. - Ven y visitanos”

Al leer esta nota, Alejandro pensó que esa podía ser su solución pero no estaba del todo convencido, por lo que decidió ir a una charla sobre cómo mejorar los hábitos alimenticios. Se sentía con bajas expectativas, recordando los malos ratos que le ha causado su peso en la escuela; además, no estaba decidido a cambiar su alimentación, solo quería conocer más el tema y cómo ayudaba a los demás.

El día de la intervención, llegó muy puntual a la reunión para poder observar quiénes estaban participando; para su sorpresa, varios compañeros de la escuela asistían. Al empezar,  entró un hombre alto y esbelto de 43 años aproximadamente, se presentó con el nombre de Roberto, el coordinador a cargo de la intervención. Muy alegre y emocionado por los nuevos participantes decide contarles:

• El programa se basa en incidir en los comportamientos individuales, lo que  requiere de comportamientos y motivaciones de cada uno de ustedes.

Alejandro muy atento, continúa escuchando las palabras de Roberto:

• Exige que en conjunto generemos estrategias efectivas para lograr una mejor calidad de vida. En pocas palabras, una consejería nutricional. A diferencia de otros,  que trabajan en diseminar información a sus pacientes y darla de manera unidireccional, sin importar lo que hagan con esa información. Y como otros que se basan en los cambios ambientales para mejorar su salud.  

En ese momento, Alejandro nota lentamente que Roberto se acerca a su silla. Y se queda mirándolo fijamente, a lo que Roberto pregunta.

-¡Vaya! Un nuevo integrante. ¿Cuál es su nombre?- dijo Roberto.

-Alejandro - Dijo nervioso.

-¡Bienvenido Alejandro! Déjame preguntarte algo, ¿Cuál es tu propósito al estar acá?

- Mmm, no no tengo. Solo he venido por curiosidad. No necesito cambiar.

- ¡Aja! Este es un claro ejemplo de la precontemplación, lo que primero trabajamos en personas que como tú, están en un estado de resistencia al cambio y no reconocen que están en riesgo. Es normal.

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