El estudio de la Psicología en sus diferentes ámbitos

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INSTITUCION UNIVERSITARIA POLITECNICO GRANCOLOMBIANO

FACULTAD DE DERECHO

PSICOLOGIA JURIDICA

EST. JAIRO ANTONIO MONTES PELAEZ

COD. 1410011490

8 DE DICIEMBRE DEL 2014

INTRODUCCION

El estudio de la Psicología en sus diferentes ámbitos, nos lleva en múltiples ocasiones a llegar a los sitios más recónditos del quehacer del ser humano. Y es que precisamente ese es el objetivo de la Psicología,; entender las razones de este ser que se encuentra en una difusa frontera entre la humanidad y la animalidad. Comprender sus motivaciones, sus razones, su forma de construir el mundo, su forma de percibirlo, aprehenderlo y sus relaciones con otros seres.

Es decir, la psicología realmente es el estudio profundo del ser humano en aquello que le es propio e individual; su ser interno.

Y como un objeto puede tener tantos perfiles, como observadores le estudien, así mismo la psicología puede tener tantos matices y frentes de comprensión de este objeto, como dimensiones pueden atribuirse a aquel.

Por un lado, la importancia de entender el fondo de las emociones del ser humano como objeto de estudio. Sus miedos, la razón de sus vínculos, sus odios, amores y apegos. Por otro lado, la forma en la que este ser se comunica. ¿Cómo crece su intelecto? ¿Cómo piensa y procesa la información? Cómo aprende las relaciones entre los eventos y los efectos. Las respuestas necesarias para ser exitoso en el logro de este o aquel elemento vital o meramente motivante para la subsistencia.

Pero también inquieta al estudioso del ser, la forma en que se relaciona con otros como él en el sentido, ya no de la forma, sino del contenido del mensaje. La relación entre las palabras que se dicen y el universo de gestos, símbolos y recursos que utiliza este individuo para comunicar. No solo para comunicar en el sentido amplio de remitir mensajes. Sino de comunicar-se. Es decir llegar más allá de expresar lo que quiere decir, para expresar aun lo que no quiso.

Finalmente este ser vivo se asocia en comunidades. No está solo dado que es un organismo que requiere de la comunidad para crecer y prosperar como especie. Y es que el ser humano está y es en relación con otros de su misma especie.

Es así como pertenece a varios círculos concéntricos de relación humana. La primera es la familia, de la cual proviene y le da sustento y formación para poder continuar avanzando en los diversos niveles de relacionamiento con el mundo circundante. Posteriormente viene el intercambio con las personas que le rodean en lo físico. Los vecinos, los amigos, los integrantes de la familia extensa. Actualmente, las instituciones de educación, (porque en el mundo moderno, los seres humanos somos institucionalizados para que tengamos un proceso de inmersión en la cultura y podamos obtener la información y procedimientos que la “sociedad” considera que son fundamentales para nuestro “adecuado” desempeño en las diversas situaciones en las que nos vemos actuando e intercambiando con otras personas.).

Después viene una etapa en la que se considera que debemos ser productivos en términos de capital. Producir plusvalía a través de acciones concretas y conjuntos de comportamientos que se denominan trabajo o labor.

Aquí existe un foco enorme para este estudio del ser humano. La Psicología del trabajo. Un análisis que busca que las personas se relacionen efectivamente (es decir positivamente en pro del objetivo de la sociedad en términos de logro de las metas de producción de capital), para lo cual se evalúa que los trabajadores estén adaptados y que se puedan dedicar a desarrollar sus actividades sin presentar emociones, pensamientos o conductas que afecten el funcionamiento general del sistema.

Empieza entonces a surgir de una manera un poco difusa y desdibujada la finalidad de este estudio. Comprender al ser humano es importante no solo para entenderlo sino para que el ser humano se ajuste a los valores del masivo en términos de efectividad y eficiencia?

Inevitablemente surge un valorativo que nos confunde. Hacemos parte de un masivo? Pero si nos sentimos individuos y todo el tiempo estamos luchando por reafirmar nuestra individualidad y por hacernos ver como únicos y diferentes?

Que pasa entonces con el conjunto? Con aquello que llamamos “sociedad”? Es una expresión alienante de la unión humana, que requiere que no haya grandes diferencias entre los individuos para que siga el “progreso”?

Quién maneja la “sociedad”? Es un ente a-forme sin cabeza, cuerpo ni extremidades que devora la individualidad?

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El Leviatán que expresara Thomas Hobbes como la fuerza integradora de la sociedad, surge como una figura lejana y mítica, pero tan absolutamente presente en todo, que su existencia es tan difícil de negar o probar, como la existencia de un dios invisible y anhelante de conducir a los seres por el camino del bien…

En este caso de la productividad y de la eficiencia para el mantenimiento de la misma sociedad.

Tomado de:

https://www.marxists.org/espanol/hobbes/1651/leviatan/leviatan.htm

Fragmentos de Leviatán

Primera edición: En Londres, en la imprenta de Andrew Crooke, en 1651. Su título original en inglés fue Leviathan, or The Matter, Forme and Power of a Common Wealth Ecclesiasticall and Civil.

Fuente de esta versión en castellano: Biblioteca digital del Instituto Nacional de Estudios Politicos (INEP), México.

Preparado para marxists.org: Por Rodrigo Cisterna, agosto 2013.

Esta edición: Marxists Internet Archive, agosto 2013.

“INTRODUCCION

La Naturaleza (el arte con que Dios ha hecho y gobierna el mundo) está imitada de tal modo, como en otras muchas cosas, por el arte del hombre, que éste puede crear un animal artificial. Y siendo la vida un movimiento de miembros cuya iniciación se halla en alguna parte principal de los mismos ¿por qué no podríamos decir que todos los autómatas (artefactos que se mueven a sí mismos por medio de resortes y ruedas como lo hace un reloj) tienen una vida artificial? ¿Qué es en realidad el corazón sino un resorte; y los nervios qué son, sino diversas fibras; y las articulaciones sino varias ruedas que dan movimiento al cuerpo entero tal como el Artífice se lo propuso? El arte va aún más lejos, imitando esta obra racional, que es la más excelsa de la Naturaleza: el hombre. En efecto: gracias al arte se crea ese gran Leviatán que llamamos la república o Estado (en latín civitas) que no es sino un hombre artificial, aunque de mayor estatua y robustez que el natural para cuya protección y defensa fue instituido; y en el cual la soberanía es un alma artificial que da vida y movimiento al cuerpo entero; los magistrados y otros funcionarios de la judicatura y del poder ejecutivo, nexos artificiales; la recompensa y el castigo (mediante los cuales cada nexo y cada miembro vinculado a la sede de la soberanía es inducido a ejecutar su deber) son los nervios que hacen lo mismo en el cuerpo natural; la riqueza y la abundancia de todos los miembros particulares constituyen su potencia; la salus polpuli (la salvación del pueblo) son sus negocios; los consejeros, que informan sobre cuantas cosas precisa conocer, son la memoria; la equidad y las leyes, una razón y una voluntad artificiales; la concordia, es la salud; la sedición, la enfermedad; la guerra civil, la muerte. Por último, los convenios mediante los cuales las partes de este cuerpo político se crean, combinan y unen entre sí, aseméjanse a aquel fiat, o hagamos al hombre, pronunciado por Dios en la Creación.

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