El hombre en busca del sentido (reseña)
Enviado por Valeria Rodriguez • 9 de Noviembre de 2015 • Reseña • 1.062 Palabras (5 Páginas) • 332 Visitas
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE TABASCO[pic 1][pic 2]
Trabajo:
Reseña sobre “El hombre en busca del sentido” de Viktor Frankl -Segunda Fase-
Alumno:
Valeria Rodríguez Muñoz
Matricula:
421510887
Profesor:
Francisco Javier Bocanegra Guzmán
Fecha:
26/10/2015
Frankl, V. E. (1946). Segunda Fase - La vida en el Campo. En V. E. Frankl, El hombre en busca del sentido (págs. 19 - 25). Alemania: Beacon Press.
Segunda Fase: La vida en el campo.
Nos encontramos de nuevo con el joven Viktor Frankl y su confinamiento en el campo de concentración “Auschwitz”, después de su llegada a la estación y ser seleccionado para los trabajos forzados, Viktor nos relata su transición en el campo, como psicólogo el encuentra sorprendente ciertos comportamientos que tienen las personas al estar recluidas y las fases que experimentamos al sufrir ciertos traumas.
Nos explica el significado de la apatía que experimentan todos los reclusos “Las reacciones descritas empezaron a cambiar a los pocos días. El prisionero pasaba de la primera a la segunda fase, una fase de apatía relativa en la que llegaba a una especie de muerte emocional” (Frankl, 1946). Que significaba que al prisionero ya no le afectaban los sentimientos, era completamente inmune a lo que sufría él y las personas que lo rodeaban y está relacionada con los puntos que trataré de exponer en las siguientes líneas.
Todo era producto de las torturas físicas y psicológicas a los que eran expuestos diariamente, ya que a su reciente llegada muchos no soportaban ver a sus compañeros ser maltratados, obligados a trabajos excesivamente pesados, a marchas que duraban horas sin importar el clima que hacía, pero al llegar a la fase de apatía encontramos que el prisionero ya no aparta la vista ahora sus sentimientos son “embotados” como nos dice Viktor que en mi razonamiento sería una especie de adormecimiento o entumecimiento en los sentimientos.
Lo que les hacía más daño en cierto momento a los prisioneros no eran los abusos físicos que se les daba, a veces por rezones absurdas, si no la injusticia que eran sometidos.
Los insultos de los cuales eran víctimas todos los días y a todas horas era una marca mayor que los latigazos y golpes que les propinaba los soldados, en mi opinión los insultos son el peor maltrato que puede recibir un ser humano, ya que entra automáticamente en lo psicológico y acarrea muchas consecuencias en el crecimiento emocional y mental del hombre.
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