El latifundio y su vinculación con el narcotráfico
Enviado por YULEXMAR • 19 de Noviembre de 2012 • Informe • 884 Palabras (4 Páginas) • 433 Visitas
El latifundio y su vinculación con el narcotráfico:
Un latifundio que está en total contradicción con la economía del siglo XXI y con la vida de la población rural, pero que se sostiene gracias al apoyo económico, político y militar de las transnacionales. El latifundio, a pesar de su poder, resultó mucho más vulnerable a la crisis y a la apertura, que los campesinos, que dejaron de sembrar el 35 por ciento de nuestras parcelas, mientras los terratenientes abandonaron el 77 por ciento de su área sembrada. Pero los terratenientes, así como la decadente clase política son sostenidos por el capital extranjero, pues como Suharto en Indonesia o como los sultanes malayos, los gamonales colombianos son los guardianes del sistema neoliberal de globalización.
El antidemocrático, excluyente y violento régimen colombiano (entre 1966 y 1988 fueron asesinadas 29.000 personas por motivos políticos, en los dos últimos años fueron asesinados 5.800 colombianos, cada 3 días se asesina un dirigente sindical, se suceden 10 asesinatos políticos diarios en promedio y 3 masacres por día) ha llevado a vivir en condiciones de miseria al 85 de la población rural, a la concentración aberrante e ilegítima de la tierra, (el 1.5 % de terratenientes latifundistas y narcotraficantes posee el 80% de la tierra en condiciones de improductividad), ha lanzado a abrir nuevas fronteras agrícolas en zonas de colonización a millones de campesinos, a que estos siembren 120.000 hectáreas de coca, como única alternativa productiva y económica de subsistencia ante las políticas marginalizadoras y represivas del Estado.
Estas dramáticas situaciones de violación sistemática de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales de los colombianos evidencian claramente la ilegitimidad del Estado colombiano y ponen en entredicho su viabilidad en el conjunto de la comunidad internacional.
Colombia es un país en el que los intereses rentistas de capitalistas nacionales prostituidos no solo eliminaron la autonomía alimentaria, sino que vendieron la soberanía alimentaria y política de los colombianos. Las nuevas semillas alteradas genéticamente solo sirven una vez, sometiendo en el futuro próximo a la dependencia total de las transnacionales la casi totalidad de las actividades rurales en el mundo. Un país con un Estado que no produce lo que se come no es un país en el que sus pobladores disfruten de la dignidad.
El capitalismo y sus cadenas agroindustriales, el capitalismo de los transgénicos que atenta contra las leyes dialécticas de la naturaleza no necesita del campesinado tradicional, el trabajo campesino que durante años dignificó la vida del hombre y su relación con la naturaleza se convirtió para el capitalismo en un insensible problema de mano de obra.
En Colombia, por ejemplo, las nuevas cadenas agroindustriales de caña panelera producen con el trabajo de 11 asalariados durante una semana lo
...