El origen del teatro hispanoamericano
Enviado por moykdna • 30 de Enero de 2013 • Trabajo • 1.285 Palabras (6 Páginas) • 768 Visitas
La raíz india del teatro hispanoamericano es remotísima. En los pueblos mayances está presente en los diálogos del Popol Vuh, su libro sagrado. Cuando nos ocupamos del origen, es necesario señalar que tenemos en la mente los grandes núcleos de las culturas más avanzadas: la nahoa-azteca, la de los mayas y la de los pueblos pre-incas e incas, que ciñéndonos a lo que se conoce hasta ahora, cubren una extensión geográfica que va desde el sur de los Estados Unidos hasta la provincia de Mendoza en la Argentina. Estos pueblos eran de culturas tan avanzadas que en algunos aspectos, cuando se produce el descubrimiento en 1492, tenían un adelanto superior a los pueblos de mayor cultura de Europa. Ya se ha probado que más de la mitad de todos los productos agrícolas que comemos hoy en día se le debe a estos indios de América. Según arqueólogos de categoría como Alfred Louis Kroebel, los mayas fueron los primeros en tener el concepto del cero en su sistema vigesimal, pues estaban a la cabeza tanto en matemáticas como en astronomía, y en la región de los incas se practicaba la trepanación del cráneo hacía cientos de años, cuando en Europa no se pensaba remotamente en ella. Todo esto nada más para señalar un mínimo de factores en estas avanzadísimas civilizaciones. Pensando en el desarrollo histórico (aparte del teatro precolombino) cuando se descubre América en 1492, estamos en España en la transición del teatro medieval hacia el teatro del Siglo de Oro que se irá manifestando paralelamente a medida que se afianza la conquista (no olvidemos que Lope de Vega nació en 1562).
Los sacerdotes promueven el teatro catequístico para la divulgación del catolicismo haciendo que se representen obras en español y en las lenguas regionales. En los colegios de los jesuitas se montan piezas en latín. Por supuesto que la presencia potente del gran teatro español se hace sentir, al principio, en los virreinatos de México y Perú, y después en el resto de Hispanoamérica. El barroco español cala muy hondo en la literatura y en las artes plásticas, cala muy hondo porque se une al barroco indio. En el período neoclásico, hay una voluntad decidida de los comediógrafos hispanoamericanos hasta la traducción de las tragedias, principalmente de autores franceses y de otros países (como en el caso del italiano Vittorio Alfieri) para expresar por boca de los personajes las palabras que querían oír en su lucha por la independencia de España.
La influencia italiana, en el Río de la Plata sobre todo, es bien determinada
y determinante y crea modalidades, como en el caso del grotesco en la Argentina, influido por el italiano pero con personalidad propia.
En el siglo XX, después de las dos guerras mundiales, vienen inmigrantes y refugiados de distintos lugares de Europa y hasta de Asia. En la ciudad de Buenos Aires, llegó un momento en que se representaban obras en italiano, francés, inglés, alemán y yiddish.
Aspectos filológicos del teatro.
Vamos tener en cuenta primero algunos aspectos filológicos para entrar de lleno después en el teatro como género literario. Tomaremos en consideración la indumentaria y los locales. Si nos ocupamos primero, con un criterio comparativo teniendo en cuenta a teatros muy antiguos, vemos que existen coincidencias notables, (nosotros no podemos hablar de influencias, quede eso para los arqueólogos). En nuestras investigaciones en Centroamérica con referencia al Baile de los gigantes, pudimos constatar que el susodicho baile (obra antiquísima cuyo origen se remonta al Popol Vuh) se ha clasificado como parte del folklore erróneamente. (En las piezas de los tres núcleos culturales que acabamos de mencionar, por lo general la música y la danza se unen a la parte hablada). Pues bien, en esta obra se han perdido los diálogos y se han conservado
la música
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