El periquillo sarniento Autor: José Joaquín Fernández de Lizardi
Enviado por holasoythelma • 14 de Agosto de 2014 • Resumen • 2.714 Palabras (11 Páginas) • 992 Visitas
EL PERIQUILLO SARNIENTO
Autor: José Joaquín Fernández de Lizardi
Alumna: Thelma Angélica López Hdez. n.lista.:18
Prof.: Jorge Baltierra
Grado: 2 Grupo: “I” Numero de Lista: 18
ÍNDICE
1.-Los motivos de periquillo para dejar a sus hijos estos cuadernos
2.-Periquillo va de una escuela a otra
3.-De lo que pasó en la hacienda
4.-Vuelta a su casa y una conversación con su padre
5.-Abandona la teología, y se mete a fraile
6.-Muere el padre de periquillo y este sale del convento
7.-Periquillo se queda solo
8.-El encuentro con Juan Largo
9.-Perico sufre en el hospital y, cuando sale a la calle, Januario lo induce a que sea ladrón
10.-Don Antonio queda libre y Periquillo retorna con sus amigos
11.-Cómo salió de la cárcel y por qué dejo la casa de Chanfaina
12.-La acogida que le hizo un barbero, por qué salió de su casa, su acomodo en la botica y como salió de ésta
13.-Llega Periquillo con el doctor purgante, aprende a su lado, lo roba, sale corriendo y llega a Tula, donde se finge medico
14.-Perico cuanta su mala mano en una peste y como salió del pueblo
15.-La espantosa aventura del locero y la historia del trapiento
16.-La bonanza de periquillo, el paradero de Chanfaina, la vuelta de Luisa
17.-La suerte de Luisa, y una sangrienta aventura
18.-El ingreso en la cofradía de los mendigos
19.-Como le fue Periquillo con el subdelegado; como desempeño la tenencia de justicia, y el modo con el que lo sacaron del pueblo
20.-La fortuna de periquillo como asistente del coronel, y su embarque para manila
21.-Perico cuenta su naufragio y el buen acogimiento que tuvo en una isla
22.-La confianza que mereció al chino; el viaje de este con él a México y los días felices que logro a su lado
23.-El maldito modo con que salió de la casa del chino
24.-Como quiso ahorcarse; por que no lo hizo; el espanto que sufrió en el velorio; su salida de esta capital y otras cosillas
25.-El encuentro que tuvo con unos ladrones y las aventuras que le pasaron en su compañía
26.-El triste espectáculo del cadáver de un ajusticiado
27.-Cómo entró a ejercicios a La Profesa; su encuentro con Roque y quién fue su confesor
28.-San Agustín de las Cuevas, y la aventura del amigo Anselmo
29.-La aventura del misántropo y el paradero del trapiento
30.-Periquillo cuenta sus segundas nupcias
31.-La muerte de su amo, la despedida del chino, su enfermedad; el editor cuenta lo demás hasta la muerte de nuestro héroe
Capítulo 1: LOS MOTIVOS DE PERIQUILLO PARA DEJAR A SUS HIJOS ESTOS CUADERNOS
Postrado en una cama hace muchos meses, entre médicos y enfermedades, esperando con resignación el día en que tengan que cerrarme los ojos, queridos hijos míos, he pensado dejarles escritos los secesos de mi vida, para que sepan cuidarse de muchos de los peligros que amenazan y lastiman a los hombres en el curso de sus días.
Mi padre era un hombre sensato y se oponía a todas las simplezas de mi madre, así que no permitió que me cubrieran de amuletos para protegerme del mal ojo y otros peligros imaginarios.
Capítulo 2: PERIQUILLO VA DE UNA ESCUELA A OTRA
Llegado el día, hizo sus pucheritos mi madre, yo un montón de berrinches, pero nada valió para que mi padre cambiara su decisión; aunque no me gustara, me mandaron a la escuela.
Mi madre quería que yo siguiera estudiando. Y como ya no supo qué decir, comenzó a llorar.
Capítulo 3: DE LO QUE PASO EN LA HACIENDA
Durante la comida se habló de muchas cosas que no entendí; pero después que alzaron los manteles una señora preguntó si habíamos visto la cometa y dijo que era señal de que pasaría algo malo.
El malvado Januario se había dado cuenta de que yo veía a su prima con cariño e interés, y que ella no lo tomaba a mal.
Capítulo 4: VUELTA A SU CASA Y UNA CONVERSACION CON SU PADRE
En mi casa fui muy bien recibido. Mi padre me llamó a solas y me dijo:
_Un pobre como tú, para subsistir se ve en necesidad de ser sacerdote teólogo o canonista y, si es seglar, médico o abogado. No exijo de ti ninguna resolución de inmediato. Ocho días te doy para que lo pienses bien.
_Hoy se cumple el plazo que te di para que resolvieras sobre tu carrera que piensas seguir. ¿Qué has resuelto?
_Señor –le respondí-, he pensado ser clérigo.
Capítulo 5: ABANDONA LA TEOLOGÍA, Y SE METE DE FRAILE
Mi padre un día que yo no pensaba, me preguntó que cuándo eran mis exámenes. Yo le contesté que mi maestro no me había dicho nada; que se lo preguntaría. Pero mi padre me dijo que lo haría el mismo.
No pude más que humillarme y suplicarle que me diese un plazo para informarle del oficio que me pareciera mejor. Mi amigo Martin Pelayo me dijo que me metiera de fraile.
Capítulo 6: MUERE EL PADRE DE PERICO Y ESTE SALE DEL CONVENTO
Ya estaba yo pensando de qué mal sería bueno fingir que me enfermaba, y habiendo escogido epilepsia, ya iba a descargar sobre el corazón sensible de mi padre el golpe fatal, escribiéndole mi resolución de salirme, cuándo llego Januario y me dio la triste noticia de que mi padre se hallaba gravemente enfermo. Cinco días después vino a verme don Martín y previéndome el ánimo, me dio una carta de mi padre, y con ella la noticia de su fallecimiento.
Cuando llegué a la casa, mi madre comenzó a abrazarme y a llorar amargamente, pero me manifestó su contento por tenerme con ella.
Capítulo 7: PERIQUILLO SE QUEDA SOLO
Seis meses estuve en mi casa haciendo una vida hipócrita, trataba de quedar bien con mi madre, para que confiara en mí y me soltara el poco dinero que dejo mi padre. Sin embargo cansado de fingir tanta virtud le dije a mi madre que se acercaba mi santo y que era apropiado quitarnos el luto.
Yo despilfarre todo el dinero, nos mudamos a una vecindad y no la pudimos pagar, después tuve que llevar a mi madre al peor cuarto, pero aun así no lo podíamos pagar así que fuimos vendiendo todo cubiertos, ropa de mi madre, muebles hasta quedarnos sin nada. Un buen día que yo no estaba mi madre expiro.
Capítulo 8: EL ENCUENTRO CON JUAN LARGO
El primer paso que di fue ir a tentar la paciencia de mis parientes, creyendo hallar entre ellos algún consuelo en mis desgracias. Pero todos fingían condolerse. Iba temblando de cólera cuando me encontré con Juan Largo, el me ofreció meterme de cócora en los juegos.
Cuando me fui con él me dijo
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