El problema de la seguridad pública a causa del tráfico de drogas

La falta de educación, empleo y conciencia social son algunas de las principales causas por las que los jóvenes ingresan al negocio del narcotráfico, concluyeron los participantes de la mesa redonda Narcotráfico, las opciones posibles, realizada recientemente en el Museo Universitario del Chopo

En la mesa participaron John D. Feeley, jefe de Misión adjunto de la Embajada de Estados Unidos en México; los periodistas Sergio Sarmiento y Roberta Garza; el fotógrafo Ricardo Vinós y el artista Eduardo Olbés. La moderadora fue Alma Rosa Jiménez, directora del recinto universitario.

Para Roberta Garza, directora de la revista Milenio semanal, este tema va más allá de la política y debe analizarse con más rigor. "Tenemos que entender la duplicidad de los mensajes que se mandan tanto desde el poder, como las ONG o los medios de comunicación. El problema de seguridad pública de las drogas no lo crean los consumidores, sino las políticas que se implementan sobre el consumo".

La legalización de la droga en México no debe ser tratada como un tema aislado, sobre todo si en Estados Unidos la mariguana continua en la ilegalidad. Mientras haya un mercado ilegal, indicó, habrá violencia.

"El problema de la seguridad pública a causa del tráfico de drogas nos llega gradualmente y, casi sin darnos cuenta, se acerca a la Ciudad de México". En este contexto, expresó, lo principal es plantearse la pregunta "¿qué combatimos?", si a los efectos de una droga, o al mercado que se ha generado en torno a ella.

Valores y legislación

Durante su intervención, el periodista Sergio Sarmiento consideró que hay dos formas de justificar una decisión ante esta problemática: la ética y la de las políticas públicas. Una es deontológica y la otra consiste en un argumento utilitario que conviene a la sociedad para seguir determinado camino.

Por principio deontológico, dijo, en ninguna sociedad puede prohibirse a nadie hacer con su cuerpo lo que desee. Por el lado utilitario, la sociedad debería combatir el uso de esa sustancia, pues la guerra contra las drogas es un profundo fracaso.

Luego de hacer un repaso por la historia de la mariguana, desde sus orígenes hasta su prohibición y usos curativos, mencionó el ejemplo de Portugal, en donde se logró que fuera legal sin que ello generara un aumento de consumidores.

Asimismo, señaló que análisis médicos demuestran que para que una persona muera por consumir mariguana, necesitaría fumar 680 kilogramos en 15 minutos, lo cual es prácticamente imposible.

Sarmiento detalló que estadísticamente la droga más dañina es el alcohol, pues genera 20 mil muertes al año, seguido de la heroína, crack, tabaco y la mariguana.

Por otra parte, el fotógrafo y periodista Ricardo

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