El proceso de la plantación de un árbol
Enviado por arturotapianunez • 21 de Septiembre de 2011 • Informe • 375 Palabras (2 Páginas) • 759 Visitas
Mi árbol.
Ya había comprado el árbol y medio costal de tierra, pero ya era jueves y el reloj marcaba 17:30 y aún me faltaba solucionar la parte de conseguir una cámara fotográfica o un celular con cámara y accesorios para bajar las imágenes. Continué haciendo la tarea del libro de redacción y ortografía y le pregunté a Irene si ella sabía de alguien que tuviera una cámara o celular y que pudiera prestárnoslo para hacer el ejercicio -me contestó- déjame ver, tú termina lo que estás haciendo y yo me encargo de conseguir con qué tomar la foto.
Salí al jardín a elegir donde plantar el árbol y a buscar herramienta para hacer el hoyo. Comencé a cavar y se unieron mis hijas Grecia e Irán y para ellas era algo súper divertido, novedoso y además era algo que querían hacer desde hace tiempo.
Después salió mi esposa con un celular con cámara que consiguió con una amiga de ella, así que mientras yo plantaba el árbol, Irene tomó las fotos y mis hijas aprovecharon para hacer más cosas en el jardín como poner pasto donde faltaba, regar las plantas y además me apoyaron a recoger todo lo que ocupé. Y ¡listo! misión cumplida.
Y puedo decir que hubo varias cosas que pude notar como que funciona hablar y pedir apoyo y lo que no funciona es quedarse callado paralizado y tratar de resolverlo todo solo.
También noté la importancia que tiene parar un momento dentro de ésta rutina de prisa que llevo y llevamos mucha gente en ésta ciudad y tomarse unos minutos hacer algo diferente a lo que siempre hacemos, algo que salga de lo ordinario y se convierta en algo sencillo pero extraordinario, sin pretextos ni justificaciones de nada, no importa si tengo o no tengo lo que creo que requiero, lo único que requiero es elegir que hacer, enfocarme en ese objetivo, aclarar porque lo voy hacer, y estar dispuesto a hacerlo, lo demás viene por añadidura.
Fueron unos minutos de diversión, desestrés, de compañía, de convivencia y de enseñanza para mí y para mis hijas, porque también para ellas y para mi esposa fue extraordinario esos minutos juntos y estoy seguro que ellas tienen su propia vivencia y experiencia de ese momento.
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