El rubor

El rubor (blush o colorete) es una parte fundamental de nuestro maquillaje. Tiene el poder de hacernos ver como brujas o como princesas.

Por eso, debes saber elegir bien cual rubor utilizar, y debes saber además cómo utilizarlo. El rubor debe combinar por principio, con tu color de piel y con el resto del maquillaje. Esto último es muy importante, pues para que el maquillaje sea un éxito debe existir una unidad o concepto general en cómo pintes los ojos, los labios, la nariz, el cuello y la piel.

Si tu piel es amarillenta o pálida, los rubores naranja y papaya dejan una muy buena impresión. Ahora, si tienes de natural la piel sonrojada, debes usar rubores rosados o vino, pero con mucha discreción, pero si tu piel es aceitunada o que tiende al tono cobrizo, los rubores adecuados para ti son los dorados y de la escala de los bronces.

Aparte del color de tu piel, debes tomar en cuenta el tipo de piel que tengas. Así sabrás que clase de rubor utilizar, pues los rubores vienen en diferentes presentaciones, y cada una de ellas es adecuada para un tipo de piel.

El rubor en crema se recomienda para pieles secas. Así, se hidratará la piel y le dará la luminosidad que le falta. En cambio, si te pones un rubor líquido, te puede causar un efecto acartonado.

El rubor en líquido es más apto para las pieles grasas, pues se absorbe más fácilmente, y no se ve brillante ni grasoso. Si en este caso te pones un rubor en crema, la piel recibirá todavía más grasa y el resultado será desastroso.

Y en lo que se refiere al que viene en polvo, lo puedes aplicar en casi cualquier tipo de piel. Además, la variedad de colores que te ofrece el rubor en polvo compacto es la más amplia que hay. Debes ponértelo con una brochita. Si es de día, lo más recomendable son tonos neutros y si es de noche, quedan mejor colores más dramáticos y fuertes.

Si tienes más de cuarenta y cinco años no es recomendable que utilices rubor en polvo, pues se deposita y se acumula en los pliegues de tu piel, lo que hace que estos se resalten. Mejor, busca el rubor en líquido o en crema, siendo éste último el más apropiado, pues hará que tu piel luzca más joven, sana e hidratada.

Si tienes prisa y no tienes rubor al alcance, puedes usar un poco de lápiz labial y difuminarlo con tu dedo. También, puedes aplicar una sombra suave y difuminarlo con brochita, pero no te acostumbres, los cosméticos están hechos para cada zona de tu cara.

Para terminar, te proponemos otra solución muy actual y que da buenos resultados: los rubores combinados. Sus colores son neutros, que se ven bien en casi cualquier tipo de piel, por lo que es más fácil adquirir uno de estos.

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