El saber universitario
Enviado por Laura Feria Arias • 13 de Junio de 2020 • Ensayo • 464 Palabras (2 Páginas) • 96 Visitas
Andrea Rueda / Laura Feria / Juan Pablo Corredor / Daniela Olaya
El valor de la universidad
Si algo nos ha enseñado la escuela, no por demostración sino por omisión, es que el estudiante se ha constituido en una especie de feligrés del cual su mentor funge como un objeto de fe. Cuando la forma de conocer el mundo se ve apoyada en su totalidad por aquellos que llamamos profesores, en cuyas facultades intelectuales se pone total confianza y creencia, debe entonces entenderse que el compromiso del estudiante no está tanto por el conocimiento y la verdad, sino en la persona que es objeto de vanaglorización.
Entiéndase aquí que tal silogismo, que por supuesto no es absoluto, no pretende menoscabar la labor del docente, sino que considero que en ocasiones, frecuentes o no, el estudiante deseoso de saber no es capaz de hacer sentir su voz y su criterio en relación con la data que está recibiendo. Ante lo cual se limita a asentir pasivamente; frente a ello, valoramos con gran estima al profesor que nos obliga a hacer, debatir, investigar y cuestionar; aquel profesor que entiende que el estudiante también es sujeto de saber, por lo que le somete a la tortuosa pero gratificante tarea de investigar, documentar y escribir, o lo que es lo mismo: producir conocimiento. Los cuales son escasos en la educación básica.
Pero el estudiante debe enfrentarse a su nueva “verdad”, en donde deja la escuela y sus relaciones de poder autoritaristas y encuentra, en la universidad un centro de diversidad crítica en donde tiene la posibilidad de re-pensarse y desarrollar sus propias ideas, y así el estudiante tiene la oportunidad de poner en duda la posición de poder, que viene ligada al maestro, además de tener la oportunidad de contrastar sus propios conocimientos con los ya existentes.
Pero así mismo, a medida que avanzamos nos damos cuenta que estos espacios en los que confrontamos al conocimiento “legítimo” son cada vez más escasos en las aulas, pero más frecuentes fuera de ellas. Tertulias y diferentes centros de discusión permiten cuestionar la institucionalidad del saber al proporcionar diferentes perspectivas desde otras disciplinas que se nutren unas a otras construyendo universidad. Estos espacios son los que permiten de manera acertada tener una mirada diversa del mundo, mediante un intercambio de saberes, culturas, textos y contextos que solo puede dar el debate.
Ahí está en nuestra opinión, el valor de la universidad: el intercambio; el reconocer que la comunicación es vertical, pero también horizontal; que el valor de esa institución no está en una especie de “paso del testigo” sino en la contribución individual y colectiva a una especie de saber común, donde la institución forja en nosotros un pensamiento crítico capaz de determinar qué conocimiento apropiar o que no, dependiendo de unas bases previamente establecidas.
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