El sueño de ver y ser más allá del tercer mundo

El sueño de ver y ser más allá del tercer mundo

El territorio mundial ha sido fragmentado y clasificado según estándares de modernidad y desarrollo que son emitidos desde Europa y Estados Unidos,de forma arbitraria se pretende que su modo ser, conocer y pensar se universalice negando las cosmovisiones  que desde el llamado “tercer mundo” han estado emergiendo. Esta universalización  ha recibido el nombre de globalización que en simultaneo a la idea del libre mercado y por supuesto el ascenso del neoliberalismo no tiene problema en hacer uso de la violencia para la imposición de sus creencias, pero más allá de esto para el cumplimento de su fines de acumulación y lucro.

Es por esto que la llamada modernidad está ligada a una forma contemporánea de colonialidad, porque segrega y domina las racionalidades culturales, Walsh (2007) afirma

La colonialidad es el lado oculto de la modernidad, lo que articula desde la Conquista los patrones de poder desde la raza, el saber, el ser y la naturaleza de acuerdo con las necesidades del capital y para el beneficio blanco-europeo como también de la elite criolla (p.104)

Es de hecho esta constitutiva de modernidad (Escobar,2005) y en ella se dan tremendos procesos de exclusión no solo en lo social por la raza y los saberes locales sino también por lo económico ya que el mercado mismo parece encargarse de terminar con todo aquel que no siga sus dinámicas. En su conjunto estos procesos sintetizan lo que Arturo Escobar (2005) llamaría fascismo social.

Sin embargo la lógica moderna se ha estado agotando, encuentra en sus mismas postulaciones las causas de su profunda crisis, se evidencia ahora una oportunidad para América Latina, Asia y África de re-contruir sus culturas pero sobretodo de generar diálogos entre “todos los mundos” para la generación de políticas desde el reconocimiento del otro y desde la diferencia.

No puede negarse , queramos o no, que  lo que somos y vivimos ha sido permeado por el pensamiento occidental, hemos aprendido y parecen inherentes a nosotras las categorías y conceptos en que estos nos enmarcan, por lo que el primer paso para poder hacer frente a las ideas de la globalización es descubrir y defender la identidad local, como ya lo habían dicho los teóricos posestructuralistas el discurso puede ser constitutivo de realidad si el latinoamericano sigue viéndose como tercermundista , relacionado muchas veces con la  pobreza y la ignorancia muy difícilmente se pueda salir de la lógica que propone la hegemonía neoliberal para el mundo de hoy.

Un primer paso  se ha sabido dar desde los movimientos sociales que hacen frente a la globalización imperial, desde la búsqueda de  nuevas teorías y lenguajes,“uno que cuestiona la epistemología del mercado en el nombre de alternativas derivadas desde y más allá del sistema de mercado” McMichael citado por Escobar en (2005:40), que no parten de los antiguos supuestos modernos ni de la derecha ni de la izquierda, sino que buscan soluciones desde su contexto en base a él,

Estos se fundan en las anteriormente nombradas políticas de la diferencia, reconociendo sus luchas, evitando la jerarquización, manteniendo más bien la heteroarquía. Lo que permite visibilizar como se han afectado determinados territorios  por el capitalismo y las maneras de confrontación en relación a sus propias experiencias. Por lo que se aceptan muchas totalidades a diferencia del movimiento moderno que impone solamente una.

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