El teatro contemporáneo
Enviado por luizhinn • 7 de Junio de 2012 • Trabajo • 1.288 Palabras (6 Páginas) • 568 Visitas
El teatro contemporáneo
Desde el Renacimiento, el teatro intentó mostrar un realismo total, pero a fines del siglo XIX, hubo una reacción contraria. Los movimientos vanguardistas experimentaron con alternativas a la producción realista, ya que pensaban que representaba una visión superficial y limitada de la realidad, entonces buscaron en lo espiritual, y en el inconsciente. Otras vertientes pensaban que el teatro había perdido contacto con sus orígenes y que carecía de sentido en la sociedad moderna. El teatro contemporáneo se alineó con los movimientos artísticos modernos, orientándose hacia la abstracción, el simbolismo y lo ritual.
Los movimientos teatrales en el teatro contemporáneo
Uno de los principales impulsores del anti realismo fue el compositor alemán Richter Wagner, ya que pensaba que el trabajo del dramaturgo consistía en crear mitos, con lo que presentaba un mundo ideal, para compartir con el público, como se hacía en la antigüedad. Se representaba entonces el interior de los personajes, priorizados sobre los aspectos realistas. También se le atribuye haber modificado la arquitectura teatral y la presentación dramática con su teatro en Bayreuth (Alemania), donde sustituyó los palcos y plateas por gradas en abanico.
Los simbolistas franceses adoptaron las ideas wagnerianas a fines del siglo XIX, realizaban lo que denominaron “des teatralización” del teatro, lo que implicaba quitar todas las trabas tecnológicas y escénicas del teatro y sustituirlas por la espiritualidad del texto y la interpretación. El ritmo de las obras era lento, similar a los sueños, buscaba provocar una respuesta inconsciente, más que intelectual. Obras como las del belga Maurice Maeterlinck, eran muy populares a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, aunque no es frecuente que se representen en la actualidad. Pero encontramos elementos simbolistas en las obras de Chejov y en los trabajos finales de Ibsen y Strindberg, Eugene O’Neill, Tennessee Williams y Harold Pinter (impulsor del teatro del silencio).
Precursor del teatro del absurdo es la obra simbolista “Ubu rey” de Alfred Jarry, que permite al autor explorar en cualquier dirección.
A su vez, en España, Ramón María del Valle-Inclán crearía el teatro del esperpento, donde la ambigüedad domina la escena, tomando un elemento de la vida social y exagerándolo grotesca e hiperbólicamente el tema y los personajes, logrando con ello una crítica feroz de la realidad histórica.
Otro de los movimientos de el teatro contemporáneo es el teatro expresionista, con apogeo en las dos primeras décadas del siglo XX, sobre todo en Alemania. Se caracteriza por la exageración, distorsión, además de una utilización sugerente de la luz y la sombra.
Movimientos como el futurismo, el dadaísmo y el surrealismo, buscaron imponer ideas artísticas y científicas.´
Federico García Lorca, fundió el simbolismo con el surrealismo, el lirismo, realismo y populismo en el teatro español, dando importancia a la libertad del autor para expresarse.
Bertolt Brecht (dramaturgo y teórico alemán), creía que el teatro podía instruir y cambiar a la sociedad, por lo que debía ser político. Para que fuera eficaz, pensaba que el teatro debía conducir al público a la acción, para lo cual escribió obras épicas, donde evidenciaba constantemente los elementos teatrales para romper la ilusión de realidad, recordando al público permanentemente que estaban en un teatro, en lo que llamó, un efecto alienante o distanciado. Utilizaba el escenario desnudo, con los elementos técnicos a la vista. Es una innovación de Brecha, la yuxtaposición de la realidad y la teatralidad, tan corriente hoy en día.
Se considera el teatro contemporáneo cuando sus dramaturgos aún están vivos o vienen del último siglo. Se habla de teatro moderno aquella puesta en escena que puede o no involucrar una obra clásica,
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