En busqueda de la Paz

EN BÚSQUEDA DE LA PAZ

Desde épocas muy antiguas, el hombre, conocido como Homo Sapiens, envuelto en medio de su proceso evolutivo y su desarrollo cognitivo, se ha encontrado al mismo tiempo, inmerso en una batalla sin fin contra su propio ser material y espiritual. Los conceptos de moral y ética son los hijos mayores y evolucionados de los conceptos de bueno y malo. El hombre, asociado desde entonces, a sus creencias religiosas, que lo acompañaron sin elección libre alguna, hasta hace poco, muy cerca de nuestro tiempo; aproximadamente desde finales del siglo XVIII y principios del siglo XX; visualizó los conceptos modernos, de lo malo y de lo bueno, que luego fueron transformados en la medida que las costumbres de los hombres se fueron adaptando al cambio del tiempo. Considero entonces, que tenemos una idea muy nueva, sobre la verdadera moral y la verdadera ética.

Si para Aristóteles y Kant, los filósofos que guían por esta ocasión nuestros pensamientos para este escrito; los conceptos de ética y moral parten de lo individual a lo universal, no muy lejos estuvieron en acertar que son algo propio del ser humano y que para poder discernir sobre estos conceptos, nos debemos alejar cada vez más de los conceptos religiosos, ya que moral y la ética son razonamientos muchos más sociales que religiosos. Por lo tanto al mezclar sin saber diferenciar estos conceptos, nos harían caer en errores, semejantemente graves, como los que provocan las guerras en nuestro planeta. Porque si para una persona algo es bueno; eso que es bueno para ella, no lo es, para las otras personas y este concepto es muy claro en el ejemplo que cita el texto que hemos leído, al decir que a los futbolistas Maradona o Butragueño los define la humanidad como que son buenos en lo que hacen deportivamente, sin inmiscuirse en sus vidas persónales, campo en el cual, estas mismas estrellas del deporte, serían muy malas, para otras personas. Ahora, es fácil deducir entonces que estos conceptos son muchos más subjetivos que objetivos y que trasladarlos al campo del positivismo, hasta lograr su normalización, es una tarea difícil para cualquier ser humano, líder, o representante de X o Y comunidad.

Y es aquí donde ingresa rampante la frase de “Haz lo que quieras”, porque esta frase viene cargada de un derecho de primera generación y de tan vital importancia para la humanidad presente y del futuro, como lo es la libertad. La libertad es un derecho y a la vez una riqueza inmaterial, con la cual podremos lograr y disfrutar del ideal de nuestra existencia; además, con ese maravilloso premio, como contraprestación de una buena interpretación de lo que es lo bueno y de lo que es malo; por ende de ética y moral; lograríamos como seres humanos y sociedad acercarnos mucho más fácil, al verdadero colectivismo político, que preserve y asegure la presencia de la humanidad muchísimos años más sobre la faz de la tierra, sin el riesgo

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