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En el proceso de producción de aprendizaje


Enviado por   •  9 de Diciembre de 2011  •  Monografía  •  2.629 Palabras (11 Páginas)  •  537 Visitas

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La fase de desarrollo en el enfoque ADDIE está estrechamente vinculada a la del

diseño. Algunos autores parten del supuesto de que ambas fases se entrelazan

entre sí durante el proceso (Dick et al., 2001). La fase de desarrollo es la auténtica

etapa de producción del entorno de aprendizaje. Por ello es importante planificarla

bien y gestionar correctamente el equipo de producción. Lectura del diario de campo (teresita alzate) - Documento Transcripto

INTRODUCCION

Con el presente ensayo pretendo abordar de manera sencilla y clara los aspectos más relevantes del diario de campo como herramienta útil en los procesos de enseñanza y aprendizaje, con el fin de promover su uso en la formación de profesionales de las distintas áreas del conocimiento, por las comprobadas ventajas que reporta.

1. ¿Qué es un diario de campo? El diario es un registro de elementos que ponen de manifiesto los aspectos del aprendizaje y del crecimiento personal y profesional de cada estudiante a lo largo de un período de tiempo. Incluye la narración de los momentos vividos en relación con el objeto del conocimiento (curso) y las reflexiones que de ella se derivan. Puede incluir notas, dibujos, bocetos o esquemas y avances de trabajos, correcciones, versiones preliminares de proyectos relativos al curso, entre otros. Sirve de base al educador o educadora para probar nuevas estrategias de enseñanza y evaluación, adaptarse a ellas y dominarlas antes de probar nuevas. Del mismo modo que no hay dos personas iguales, no hay dos diarios iguales aunque las actividades educativas sean las mismas, las que articulen su aprendizaje también son distintas. El diario comprende no sólo la escritura del estudiante sino los comentarios y sugerencias escritas del docente, que aumenta y hace más profundo el conocimiento sobre el alumno al que se refiere, con cada anotación. El nombre es lo de menos; algunos hablan de cuaderno de trabajo, otros de registro diario, unos más, de bitácora de viaje o de reporte de procesos, pero todos apuntan a lo mismo: es un escrito, testigo biográfico fundamental, si su registro es sistemático y coherente, cuya utilidad trasciende a su autor. El diario de campo genera y se genera por reflexión, y ésta se constituye en el núcleo de la evaluación de su hacedor, reflexión acerca de su propio trabajo y aprendizaje, así como reflexión del o de la docente. En el caso del diario del estudiante, es un instrumento que permite visualizar, mediante registros descriptivos, analíticos y críticos, un contexto y los acontecimientos que en él se desarrollan respecto a su autor; se puede captar su sentir, impresiones, pensamientos, expectativas, ideas, valores, deseos, confusiones y dificultades, entre otros. En su escritura se pueden entrever confrontaciones desde su hacer, pensar y sentir. ¿Qué beneficios reporta el diario de campo? De la investigación sobre diarios de estudiantes, en la que participó la autora, se concluyó que del diario se pueden extractar elementos o categorías referidas al profesor, referidas a los estudiantes y referidas al currículo. Rafael Porlán, experto en diario del profesor, plantea las dos primeras y una más referida a la comunicación didáctica. Adicionalmente, se pueden rastrear en él las concepciones de su autor respecto al papel docente, al alumno, a la asignatura o materia y al ambiente1. 1 Porlán R., Martín J. (1991). El diario del profesor. Un recurso para la investigación en el aula. Díada Editoras. Sevilla, pp.15-20 2

2. Los diarios de los alumnos permiten detectar y contrastar la visión que tienen del profesor, de la clase en general, de su papel en ésta y su relación con los compañeros, de los esquemas de conocimientos que tienen, de sus obstáculos cognitivos, afectivos y metodológicos en sus procesos de aprendizaje y desarrollo, los intereses, necesidades y problemáticas que manifiestan, así como de sus conductas más significativas, por ello hay gran riqueza en estas evidencias como diagnóstico, que pueden contrastarse o realizarse además mediante cuestionario, entrevistas cortas y otras actividades que permitan desvelar intereses, curiosidades y nuevas expectativas. “Trabajar con las ideas de los alumnos facilita la adopción de nuevos enfoques de objetivos y contenidos (el qué enseñar), adecuando y complejizando los criterios de selección y organización de los mismos. La elaboración de mapas, tramas, o esquemas conceptuales de referencia que permitan establecer distintas posibilidades de relación y conexión entre los conocimientos, así como diferentes niveles de formulación de los mismos, constituyen un instrumento útil para la adecuación del conocimiento escolar deseable al conocimiento real de los alumnos, evitando una traslación mecánica del mismo. Esta forma de organizar los contenidos de la enseñanza y los esquemas de conocimiento de los alumnos, favorece, por una parte, una selección flexible de problemas y actividades para investigar en clase (el qué y el cómo enseñar), pues se pueden establecer distintos recorridos o itinerarios de acuerdo con los diferentes niveles, intereses, necesidades y expectativas detectadas; y, por otra, el seguimiento (la evaluación) del aprendizaje de los alumnos, al someter a contraste la evolución de sus esquemas de conocimientos en distintos momentos del proceso”2 ¿Es el diario una mediación pedagógica? El diario es una mediación escritural que cumple una función pedagógica cuando su uso deviene a una interlocución fluida y formativa estudiante-docente-estudiante-docente... Gimeno Sacristán plantea respecto al papel del profesor “un agente activo en el desarrollo curricular de los contenidos que se imparten y de los códigos que estructuran esos contenidos condicionando con ello toda la gama de aprendizajes de los alumnos”3. De suyo, el educador y educadora son mediadores, sin embargo, el diario de campo propicia una relación dialógica directa entre éstos y los estudiantes, de manera personal y bidireccional, potenciando su capacidad de incidir en lo formativo. 2 Ibid, pp 42-43 3 Ibíd. pp. 20-35 3

3. Algo muy valioso en el trabajo con el diario es diferenciar la descripción de las interpretaciones y valoraciones espontáneas, impregnadas con importantes cargas de subjetividad. Mediante el lenguaje y a través de la escritura es posible darle vida al recuerdo y al pensamiento; para hacerlo, la persona reflexiona y describe sobre sí misma y sobre lo que percibe de la realidad; al escribir recoge las experiencias vividas y pensadas, los sentimientos percibidos y los aportes de otras voces. “(...) Escribir el diario es un acto de transformación de las percepciones, pensamientos y sentimientos en letra impresa, proceso que no se limita al registro de notas, de sucesos o hechos anecdóticos, sino que implica la elaboración de ideas a partir

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