En su libro 1984, George Orwell ilustra una sociedad que está gobernada bajo un régimen totalitario con un único partido político llamado INGSOC quien a través de la figura del Gran Hermano controlaba cada aspecto de la vida, e incluso el pensamiento

En su libro 1984, George Orwell ilustra una sociedad que está gobernada bajo un régimen totalitario con un único partido político llamado INGSOC quien a través de la figura del Gran Hermano controlaba cada aspecto de la vida, e incluso el pensamiento de cada persona.

Orwell destaca aquí los horrores en los que vive una sociedad rebajada y sometida. Una sociedad fría y violenta de un solo ser: El gran Hermano a quien todos deben venerar, respetar y amar. En este mundo existen cuatro ministerios que son los encargados de mantener el “orden”: el ministerio de la verdad, que se dedicaba a las noticias, a los espectáculos, la educación y las bellas artes; el ministerio del amor, encargado de mantener la ley y el orden; el ministerio de la abundancia, al que correspondían los asuntos económicos; y el ministerio de la paz, para los asuntos de guerra.

Pero en esta sociedad, incluso los nombres de los cuatro ministerios que los gobernaban revelan un gran descaro al tergiversar deliberadamente los hechos, es decir, se contradecía con lo que realmente hacia cada partido. Como menciona Orwell: “El Ministerio de la Paz se ocupa de la guerra; El Ministerio de la Verdad, de las mentiras; el Ministerio del Amor, de la tortura, y el Ministerio de la Abundancia, del hambre.”

Un mundo donde claramente nada es lo que parece y en el que El Gran Hermano tiene todo el control e incluso persigue y tortura a todos aquellos que iban en contra de los ideales del partido. Aun así, el partido no se conformaba con torturarlos sino que buscaba cambiar su pensamiento y obligarlos a creer lo que ellos querían que las personas creyeran antes de finalmente matarlos.

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