Enfermedad social

Dentro de los males sociales, la desnutrición infantil, especialmente a la temprana edad de 0 a 5 años, tiene secuelas permanentes en el desarrollo físico, intelectual y emocional de quienes la padecen. Por aparte, es imposible que los hijos de quienes fueron niños desnutridos no puedan tener descendencia que no presente las consecuencias de la pauperización corporal causada por la falta de alimentación adecuada y también en cantidades suficientes.

Pero la desnutrición también tiene precedentes, muchos de ellos evitables: la falta de ingresos familiares suficientes para cubrir los gastos indispensables en la alimentación adecuada; el elevado número de hijos como consecuencia de falta de programas de planificación familiar eficientes y suficientes en número; el enorme porcentaje de analfabetismo; la carencia de educación y, sobre todo, la falta de interés de gobierno y sector privado en combatirla e incluso hasta aceptarla.

Debido a estas razones, el plan de Hambre Cero es una plausible decisión del gobierno de Otto Pérez Molina, pero no podrá tener éxito si no es parte de una política integral en la que participen representantes de entidades gubernativas y privadas a lo largo del país para enfrentar los problemas desde la mayor cantidad posible de aspectos. Obviamente no se pueden exigir resultados inmediatos, pero sí se puede esperar la integración de un esfuerzo conjunto, debido a que los efectos de la desnutrición afectan a toda Guatemala.

La ceremonia de hoy constituye un buen paso y tiene muchas posibilidades de despertar la aprobación de muchos ciudadanos. Para evitar que esta disminuya, el Gobierno tiene la oportunidad de emprender una acción cuya importancia crucial no puede permitir pensar siquiera en convertir a Hambre Cero en un nuevo programa clientelista con el avieso propósito de buscar votos favorables para la siguiente elección. Se trata de una decisión de Estado y por ello debe estar preparada de tal manera que los siguientes gobiernos continúen con la tarea, que tomará varios años para poder erradicar la desnutrición.

Si el Gobierno cumple con su responsabilidad de actuar con visión de Estado, no de gobierno ni mucho menos de partido ni de elección, facilitará la indispensable tarea de despertar o aumentar el interés de varios sectores nacionales e instituciones internacionales que no solamente tienen información, sino contactos para permitirle a Guatemala acelerar el impostergable proceso de quitarse el vergonzoso lugar en que se encuentra en el tema de la desnutrición.

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