Enfermedades mentales en la criminología
Enviado por nedeshik • 16 de Mayo de 2017 • Informe • 2.675 Palabras (11 Páginas) • 418 Visitas
[pic 1] [pic 2]
Universidad Autónoma de Nuevo Leon
Facultad de Derecho y Criminología
Titulo: Enfermedades mentales en la criminología
Nombre del maestro: Rosamaría
Nombre del alumno: Tabatha Arlette Leticia Kincaid Berlanga
Matricula: 1733020 Grupo: 023 Aula: 104
Miércoles 29 de Marzo de 2017
INTRODUCCION
Los trastornos o enfermedades mentales son una de las causas principales de sufrimiento e incapacidad en el mundo. Son afecciones de diverso origen que tienen una base física en el cerebro y que afectan a millones de personas. Generalmente son trastornos crónicos, con episodios o crisis cada cierto tiempo. Son uno de los conjuntos de trastornos con más afectados y con mayor impacto socio-económico e incidencia en la calidad de vida de los pacientes.
La percepción de los trastornos mentales ha evolucionado mucho en los últimos siglos. Ha contribuido a la normalización de estas enfermedades la mayor información y la adecuación de los. Los trastornos mentales constituyen un gran reto y una prioridad para la salud pública moderna, debido a su importante morbilidad en la atención primaria y a su considerable discapacidad.
Muchos niños y adolescentes tienen problemas de salud mental que interfieren con su desarrollo normal y las actividades de la vida cotidiana. Algunos problemas de salud mental son leves, mientras otros son más graves. Algunos problemas de salud mental duran solamente períodos cortos de tiempo, mientras que otros, potencialmente, duran toda la vida. En estas páginas se ilustraran las principales características de los trastornos mentales, así como su clasificación, padecimientos y en poca medida, soluciones a estos males. Espero sea de su agrado. La salud mental es algo que todos deseamos para nosotros mismos, ya sea que lo sepamos por su nombre o no.
INDICE
Introducción pág. 2
Índice pág. 3
Enfermedades mentales pág. 4
Conclusión pág. 7
Bibliografía pág. 7
Enfermedades mentales
La prevalencia de la enfermedad mental y la violencia es mínima. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la prevalencia en los países con una economía desarrollada es del 0,89% en la población general, siendo el 0,32% en países subdesarrollados. Lo que equivale (+/-) en 19,68 nuevos casos por cada 100.000 habitantes. Si lo traducimos en cantidad real y actual, las cifras casi asustarían: 395.600 españoles sufren esquizofrenia. La prevalencia de la esquizofrenia es, según la OMS, similar en hombres y mujeres aunque el primer brote psicótico se presenta en edades más tempranas en los varones.
La revista Salud Mental (edición de 2006) señala que el incremento de enfermedades mentales es mucho mayor que el cáncer de mama o la propia asma. Representan ya el 12,5% de coste económico de las enfermedades de la Sanidad Pública. Además, la OMS afirma que en 2020, los trastornos depresivos serán los que minarán la salud de la población en general. Más que preocupantes son los datos de la OMS: una de cada dos personas padecerá una enfermedad neuropsiquiatría.
Ante sucesos como el hijo que decapitó a su madre (Murcia, abril de 2008) y paseó durante horas la cabeza de su madre por la plaza del pueblo, los expertos llegan a conclusiones fundadas en qué agresores con trastornos mentales son también víctimas, no sólo verdugos. Algunas de esas tesis las encontramos en el ensayo de Begoñe Ariño Jackson (2) “La enfermedad mental no es patrimonio de unos cuantos desheredados. Puede pasarle a cualquiera”. Es más, Ariño se atreve a decir que “alguien con una vida previa normal, e incluso feliz, con una infancia sin traumas ni catástrofes emocionales, muy alejada en principio de los estereotipos que adornan la idea del público en general sobre los 'locos', y que estigmatizan permanentemente a su entorno familiar y social; estereotipos que suponen que sólo pierden la cabeza los que se lo merecen (por consumir drogas, por ejemplo), o como consecuencia de una vida previa terrible. La idea de que esto puede surgir en cualquier persona, en cualquier familia, es poco tranquilizadora. Elimina la línea que separa a los locos de los sanos; nadie está a salvo”
Si hacemos un breve repaso histórico cuando la enfermedad mental aún no era un prejuicio, incluso tenía hasta connotaciones positivas. Nos trasladamos a la época de los árabes, en los siglos VIII al XII en la que se consideraban que las manifestaciones de la locura constituían una connotación positiva. Fundaban un trato amable y respetuoso hacia ellos, ya que se pensaban que la persona que había perdido la razón era amada por Dios y había sido escogida por él para conocer (y decir) la verdad. El estigma, en este caso, recuerda a otra de las acepciones del término, las marcas en el cuerpo de algunos santos que reproducen las cinco heridas de Cristo. Durante siglos, los enfermos mentales han sido vistos como un desecho de la sociedad, rechazados por ella y abandonados a su suerte; tan solo algunos colectivos (mayoritariamente religiosos) comprendieron su situación y los acogieron y protegieron. De esta forma nacieron los mal llamados manicomios, posteriormente 'sanatorios psiquiátricos'. En España, el rey Martín El Humano, en 1409, aprobó la creación en Valencia del primer centro para atender a los enfermos mentales, llamados durante siglos por el resto de la población como ‘locos’. Por aquel entonces también cometían actos delictivos, y teniendo en cuenta que en todo delito hay un aspecto objetivo (jurídico) y otro subjetivo (el individuo) es por lo que a la hora de juzgar un hecho hay que tener en cuenta las condiciones psíquicas y somáticas del presunto delincuente; de ahí que la enfermedad mental comenzase a ser motivo de estudio.
...