Ensayo Brandwashed; el lavado de cerebro de las marcas.

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UNIVERSIDAD ANÁHUAC MÉXICO SUR                                               “Vince in bono malum”

Férnandez Núñez María Fernanda

López Barrera Rocío

Mercadotecnia Fundamental

Ensayo Brandwashed; el lavado de cerebro de las marcas.

Autor. Martin Lindstrom

16 de Abril del 2015

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INTRODUCCIÓN

Todos aquellos que estudiamos mercadotecnia o al menos alguna vez llevamos esa materia dentro de nuestros años escolares sabemos que su objetivo principal es la satisfacción del consumidor, pero ¿Qué hay detrás de ese arduo estudio? Eso es lo que este gurú nos explica a lo largo de 9 interesantes capítulos.

Es impresionante descubrir la forma en que nos manipulan, sin embargo, es aún más impresionante la manera tan compulsiva en la que compramos, ¿será que influye nuestra nacionalidad? ¿El mexicano verdaderamente es un consumidor potencial?

Página tras página nos daremos cuenta del número de veces en las que fuimos participes de estas maniobras. Ahora lo más relevante es ¿seguiremos dispuestos a formar parte de esto? ¿Qué tan difícil es resistirnos a esa bolsa de última moda? O… ¿Qué me dices del celular tan sofisticado que tienes a un lado tuyo?

Desde mi punto de vista y después de analizar varias veces el libro y distintos blogs creo que las marcas no nos obligan a comprar sino que somos nosotros quienes obligamos a las marcas a producir más, las volvemos más competitivas con cada crítica y les reducimos el camino haciéndonos muy exigentes ¡Realmente es un círculo muy vicioso y enriquecedor!

Hábitos, costumbres, sentimientos, recuerdos y fantasías estarán involucrados jugando una y otra vez con nosotros, haciéndonos sentir increíbles y al mismo tiempo diciéndonos: ¡oye! ¡Vuelve al pasado!

El libro es muy recomendado y esta 100% hecho para aquellos que prefieren evadir un lavado de cerebro.

DESARROLLO

A lo largo de este ensayo me gustaría incluir cada una de las ideas que este autor dejo en mí con el fin de compartir con el lector el nivel de interés que logré adquirir.

En general todas estas tácticas comparten características en común: todas quieren vender más, obtener consumidores fieles, darnos preferencias y marcar la diferencia.

Es una increíble lucha de poderes que cada vez hace la competencia en el mundo de los negocios más interesante y de mucho valor ante nuestros ojos.

El ser humano tiene la capacidad de obtener recuerdos de la niñez mediante el olfato lo cual nos hace muy afortunados o al menos a las elevadas ventas de las empresas, sí. Y también tiene la capacidad de desarrollar el oído pues los sonidos parecieran sinónimo de deseo detectando diferencias muy notables entre marcas y volviéndose incluso un símbolo.

Las personas que juegan un papel desde el inició de nuestros gustos hasta los de hoy en día son tanto la madre como nuestros grupos de amigos, familiares y compañeros de trabajo ya que definimos de forma notoria intereses, lo que beneficia por completo a estos expertos, nos volvemos vulnerables y les dejamos un amplio camino para la segmentación de mercado.

Asegurar el consumo, patrimonio y posición en el mercado es lo que más tranquilidad les da a las compañías. Con el tiempo cambiamos la marca porque crecemos pero no las tendencias a seguir eligiendo lo mismo, por ejemplo, tendencias a la música o a la comida y esto orilla a las empresas a estar a la vanguardia.

Debido a que poseemos sensaciones contagiosas las explotan al máximo utilizando formas creativas y un tanto agradables, se aprovechan de nuestras debilidades para vender sus productos haciéndonos sentir realizados y elevando el autoestima.

Por otro lado, tenemos a los compradores compulsivos quienes se justifican con sus emociones para explicar porque realizan tantas compras. Uno de los factores que estimulan esto es la manipulación y el buen trato.

La gran diversidad en nuestros gustos como consumidores potenciales beneficia en la creación de nuevos productos de innovación y calidad. Entonces todos nos preguntamos en este momento ¿Cuál es la clave de todo esto? Reforzar la necesidad o crearla, sentirnos identificados, llamar nuestra atención por su envoltura o por su amena presentación, jugar de forma estratégica vendiendo el producto sin que tú como vendedor en verdad lo uses y hacer que constantemente te recuerden por un color, una letra, un sonido, un sabor o un olor, una textura e incluso por una persona influyente.

Nuestra idea central durante todo el libro es entender como las marcas se adueñan de nosotros, lo que nos transmiten y sobre todo el efecto que tienen en los consumidores.

Entonces mencionemos 9 formas en que las empresas nos venden sus tan apreciables productos:

1. Desde que nosotros estamos en el vientre de nuestra madre, es decir, desde antes de que sepamos caminar o digamos nuestra primera palabra de modo directo o indirecto la mercadotecnia empieza a realizar su trabajo. El amor por un producto nace al mismo tiempo que un bebé, las preferencias hacia ciertas marcas surgen desde pequeños aunque la mayoría de las personas no lo logremos observar y con el paso del tiempo lo desarrollamos y empezamos a tener atracción por unas cosas sobre otras.

1. Todos recordamos el drama y el miedo que existió por la “influenza H1N1” lo cual significa que empresas dedicadas a la fabricación de gel antibacterial o cubre bocas (por decir algunas) vieron una oportunidad valiosa y subieron hasta el cielo con sus altos ingresos. Por lo tanto una vez más somos víctimas y creemos que usando estos productos seremos “inmunes”. Por añadidura, ¿qué se logra con todo esto?, la respuesta es una apariencia médica y saludable. Si obtienen miedo y ansiedad de nosotros, sus utilidades aumentan.

1. Algo verdaderamente impactante es la creación de productos químicamente adictivos, es decir, productos que contienen sustancias que te incitan a su excesivo uso generando a su vez rutina y adentrándose en nuestra vida de una manera tan sutil que será imposible abandonarlo. Este mercado adictivo es tan amplio que una parte de ellos está dedicada a los video juegos y juegos en línea que empiezan como algo “gratis” y entre más niveles experimentas más caros se vuelven porque nos ofrecen algún accesorio que nos ayudará llegar a un nivel más alto o nos facilitara obtener más puntaje.

1. Al igual que en los otros ámbitos promocionar sexo puede ser de gran ayuda para las empresas o puede ser fatal, pueden recordarte o criticarte y tú como empresa puedes impresionarlos o perderlos. Esto es porque permite desarrollar nuestra imaginación y creer que podemos ser tan atractivos y deseables como la persona que vende el producto. Explorar la personalidad del cliente le dará personalidad al producto.

Vender sexo implica decodificar fantasías para que la estrategia sea todo un éxito pero se debe cuidar que el consumo no se convierta en un problema de exceso y llegué a perjudicar al cliente y a quienes lo rodean lo que tampoco es bueno para las marcas. Se debe obtener un equilibrio entre la preferencia y la adicción.

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