Ensayo De Mi Abuelo
Enviado por LeireArriza • 10 de Junio de 2014 • 681 Palabras (3 Páginas) • 3.243 Visitas
Cuando se pierde a un ser querido nos planteamos muchas preguntas y vamos entendiendo los ciclos de la vida o eso creemos, inevitablemente aceptamos que las cosas ocurren independientemente de lo que nosotros deseábamos o esperamos.
Todos sabemos que lo natural es nacer y morir pero cuando hablamos de un ser querido al cual le llegó la hora, sea como fuere, parecemos no estar preparados, como si fuera algo que nunca pudiera ocurrir, como si estuviera ajeno a nuestra condición de humanos. Cierto día pasa y entonces pensamos en porque no disfrutamos de esa persona, porque no aprendimos de ella, y muchas preguntas más que muchas veces nos llegan a frustrar. Pero ese no fue mi caso.
En diciembre del 2012 mis abuelos maternos vinieron de vacaciones de Mérida como muchos años consecutivos a disfrutar de su familia. En la familia comentamos que mi abuelo se veía muy lento en sus movimientos y que se perdía en aquellos momentos anecdóticos de familia que no lograba escuchar con claridad, pero no fue más que una simple observación que paso por nuestras mentes, como era de esperarse de la edad no le dimos real importancia.
Un mes después mis abuelos regresaron a su hogar y fue entonces cuando poco tiempo después recibimos la mala noticia, mi abuelo estaba en el hospital debido a un derrame que lo mantenía en terapia intensiva y en coma. Se tomó la decisión de desconectarlo y que fuera lo que tenía que ser. Y nos topamos con la suerte de que despertara y pudiera regresar a su casa. Mi abuelo ya no era el mismo, ya que no podía hablar muy bien, no podía caminar, no podía ir al baño, comer, ni bañarse solo, a partir de ese momento comenzó a depender de un terapeuta que lo ayudara a hacer todas esas tareas. Dentro de la esperanza que todos teníamos de que se volviera a estar bien, estaba la realidad que sabíamos que era algo muy grave lo que le estaba pasando. Yo estaba en el cierre del semestre, y mi abuelo cumpliría 80 años. Mi mamá iba a ir a ayudar a mi abuela con la carga de trabajo que tenía y decidí irme con ella.
Al llegar a casa de mis abuelos ahí estaba, sentado en la silla de ruedas y lograba proyectar una sonrisa llena de calidez, me acerqué, lo besé y juntos soplamos su pastel de cumpleaños. Más tarde me pidió que lo llevara a su cuarto. Y esa semana que logré disfrutar junto a mi abuelo día y noche junto a su cama esperando que me pidiera algún favor. Me di cuenta que exteriormente podría parecer que mi abuelo había cambiado, pero internamente seguía siendo el mismo hombre con la misma fuerza y ganas de lucha que siempre pude admirar en el. Yo sabía que para el era muy difícil no ser autosuficiente porque siempre había sido un hombre muy fuerte, la columna de una increíble familia y por ese gran coraje que el tenía durante esa semana el logró lavarse solo los dientes, llevarse los bocados a la boca y detener su vaso para tomar
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