Ensayo EL ALMA DE LA TOGA
Enviado por mdasis • 3 de Noviembre de 2019 • Ensayo • 1.784 Palabras (8 Páginas) • 370 Visitas
ENSAYO
EL ALMA DE LA TOGA
DE: ÁNGEL OSSORIO Y GALLARDO
AUTOR: MOISÉS DAVID ASÍS MMERCADO
DOCENTE: ESQUID MENA BERMÚDEZ
FACULTAD DEE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
PRE GRADO DE DEREHO
BARRANQUILLLA
JULIO, 2019
CORPORACIÓN UNNIVERSITARIA AMERICANA
Mediante el presente ensayo, se pretende “navegar”, junto con el lector por un mundo casi que desconocido en el ámbito del Derecho, pues estamos acostumbrados a hablar de Abogados y del Derecho desde la óptica del idealismo, lo cual ha llevado a muchos a ubicar en un pedestal casi que inalcanzable a los profesionales de la Abogacía y a otros a ubicarlos en el umbral de la peor estirpe, podríamos asegurar que la concepción sobre los Abogados va de un extremo a otro, sin detenerse en el camino. Es decir, se podría pensar lo mejor o lo peor de los profesionales del Derecho, pero casi nunca lo real, en la concepción del Derecho y de los Abogados, vamos de un extremo a otro sin contemplaciones, pero quizá no ha sido gratis ese premio.
La lectura de este texto nos invita casi que a entablar una conversación con su autor, pues Ángel Ossorio se empeña en el uso de un lenguaje común y a veces inesperado, que aterriza muchas concepciones equívocas en el ámbito del Derecho y con el comportamiento de los Profesionales en esta materia. Leer El Alma de La Toga es leer un libro entretenido, alejado del ámbito jurisprudencial, de la rigidez de las normas, pero cercano a la realidad, al día a día del ejercicio de la profesión de Abogado.
Como bien lo expresa Ossorio en el texto, en El Alma de La Toga, allí queda plasmado el sedimento de su existencia profesional. Actividad como Abogado experimentado, en ejercicio de su Profesión, nutrida con la Política y La Historia. Entre líneas podemos advertir una crítica sin apasionamientos sobre esta bella y muchas veces ingrata profesión de la Abogacía.
Quizá parezca ofensivo o un total menoscabo, el concepto del Abogado que discurre el Autor en tan noble obra; es necesario decir que es muy ajustada la afirmación de Ossorio en cuanto a que ser Abogado es mucho más que tener un título universitario, y además, cuando le endilga al Abogado la obligación de tener una visión de toda la realidad social, económica, cultural y jurídica, hay que reconocer su acierto, pues las exigencias del ejercicio del Derecho, efectivamente demandan del Abogado una visión amplia que le permita conocer su entorno en diferentes ámbitos, máxime cuando del litigio se trata; es decir, el conocimiento plural hace del Abogado un profesional versátil, con concepciones ajustadas a la realidad.
Ossorio, podría para muchos, hilvanar con mucha intrusión y quizá de manera desafortunada, algunos tópicos sensibles desde la subjetividad, pues quien es Abogado podría incomodarse al leer el texto, pero realmente el lector se topa con una obra de esas que no se repiten, de esas que siendo un texto de Derecho, extrae al lector del mundo de los códigos, y lo ubica en la realidad que muchas veces es ininteligible para muchos; leer este texto es casi que conversar con un Autor de vasta experiencia en el ejercicio del Derecho, es entender que ser Abogado es más que un título y además comprender que para merecer tan digno epíteto, se debe tener unos mínimos que van mucho más allá de un título académico, a saber, se debe vivir en torno al mundo jurídico y ser vocero de la justicia, colocando al servicio de los demás todo ese torrente de conocimientos y experiencia encaminados a la búsqueda de la justicia; estos vienen a ser los postulados claves de un verdadero Abogado.
Algo muy importante, y que es digno de exaltar en este texto, es la concepción de fuerza interior, procedente desde la Divinidad, que plantea Ossorio, de tal suerte que esta debe acompañar al Abogado en cada minuto de su existencia so pena de cambiar de oficio si no cuenta con esta fuerza interior, quiere decir esto que la Fuerza Interior, guiada por la Divinidad, debe guiar la vida y el accionar de un Abogado.
En el acápite “Sensación de La Justicia”, es interesante el análisis que hace Ossorio sobre la evolución de la realidad del derecho, y ciertamente, podemos ver como existe hoy la posibilidad de que el Trabajador de hoy, desde el ámbito de las masas obreras, no desde el ámbito individualista, ha logrado con su empuje el desarrollo de un Derecho Socialista, que ha logrado un cambio sustancial desde la perspectiva de las Fuentes de las Responsabilidades, constituyendo en una Fuente más, el ser Patrono. En cuanto a esto, hay que decir que el Derecho escrito, las Normas de carácter nacional, y el Derecho Internacional, han evolucionado de manera favorable para los Trabajadores, a costa de su lucha, pero, es innegable, por lo menos en nuestro país que a pesar de todo ello, la corrupción no ha permitido un avance mayor en materia laboral; la recomendación de Ossorio para el Profesional del Derecho, en esto es, perseguir en primera instancia lo justo y luego lo legal, suscitando espacios de concertación. A esto le llama el Autor, muy acertadamente, orientación moral.
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