Ensayo: Fin del mundo
Enviado por Laureano Andrada • 2 de Noviembre de 2015 • Ensayo • 560 Palabras (3 Páginas) • 131 Visitas
Fin del mundo
Erase un pueblo muy pequeño en el cual yo vivía desde que era niño. Estaba alejado de la ciudad, era de condiciones muy precarias; allí solo había lo básico, una sala de emergencia, una farmacia, algunas casas y otros pocos almacenes.
Una tarde – serian las cuatro aproximadamente – paso una camioneta negra, muy nueva, la cual nunca se había visto en el pueblo (al menos yo a mis veintidós años de edad puedo afirmar eso). La vimos todos, era muy difícil no verla. Por encima de ella, salía una caja que hablaba y decía:
- “¡Cinco días! ¡Cinco días para que llegue a este pueblo, el fin del mundo!” - repitiéndolo varias veces hasta retirarse con dirección a la ciudad. Todos estábamos afuera y nos mirábamos… habíamos quedado atontados y asustados.
Nos hacíamos preguntas… ¿Quién era el de la camioneta?; ¿de dónde venía?; ¿qué quería decir con “el fin del mundo”?; ¿por qué en este pueblo?
Durante los siguientes días, esto siguió repitiéndose. La caja decía lo mismo, aunque disminuían los números. Al quinto día solo dijo: -“Hoy es el gran día”-.
Lo que hizo distinto aquel día, fue que la camioneta se estacionó en uno de los campos abandonados que había en el pueblo. Detrás de ella, llegaron otras, todas de diferentes tamaños y también se quedaron allí.
De las mismas, comenzaron a bajar cosas raras… las cuales nunca había visto; mas de esas cajas, fierros…, y otras cosas más llamativas. Lo que realmente me asustó, fue cuando de unas de las camionetas, comenzaron a bajar animales salvajes.
Asustado, salí corriendo para contarle a todo el pueblo lo que había visto. Cuando llegue, no había nadie. Ahí comprendí que el único que se había quedado mirando las cosas que las personas bajaban de la camioneta, era yo. Todos se habían ido; no sabía qué hacer.
Mientras, miraba de reojo al campo y veía cosas aun más raras, como una estructura gigante…, una carpa o algo de eso. En ese momento pasó uno de los únicos tres autos que había en el pueblo, me subí y salimos rápidamente con dirección a la ciudad.
Allí todo era diferente…, había escuelas, hospitales, plazas, luces, supermercados, edificios… en fin, mucho más grande y distinto que mi pueblo.
La ciudad cambio todo; trabajo, amigos, rutina…
Una tarde mientras iba a encontrarme con mis amistades, pasó. Esa camioneta negra que había visto hace dos años atrás, ahora se estaba paseando en la ciudad. Era raro, a todos les parecía muy común verla, nadie le daba importancia… excepto los niños, quienes se alegraban y sonreían al verla pasar y ver sus afiches pegados a los costados de la camioneta (los cuales no alcanzaba a divisar).
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