Ensayo: “La formación de mi identidad de género”

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El género, el sexo y la identidad de genero son temas que están relacionados en sí, pero al saber el significado, nos damos cuenta de que cada uno de ellos son diferente y de tal manera son importantes alrededor de nuestras vidas. Es muy poco común que cuando somos niños nos preguntemos cual es mi identidad de género, estamos tan acostumbrados a los estereotipos de mujer y hombre y el sexo en el cual te tienen que atraer. Conforme vamos creciendo escuchamos términos como “homosexual”, “heterosexual”, y un sinfín de palabras que puede ser que jamás habíamos escuchado. Cuando yo era pequeña nunca dude en si me atraían los hombres o las mujeres, tampoco dude si mi genero era mujer u hombre, pero conforme fui creciendo y cada vez más escuchaba los términos ya mencionados, se me abrió la duda de cual me definía a mí, cuando se abre el tema con los padres, puede ser mal interpretados y es ahí cuando los niños se dan cuenta que el hablar de esos temas es “malo”, ya que la manera de actuar de sus padres no es favorecedora o no es agradable para ellos. Cuando el tema fue mencionado con mi madre, actuó de manera extraña, pero es normal que una pequeña niña tenga duda en que significa la palabra homosexual u heterosexual, fue ahí cuando me explico el significado de cada uno de ellos y que no todas las personas piensan lo mismo que yo, ni que sus gustos pueden ser iguales que los míos. Nuestra identidad de genero se define conforme vamos creciendo, la manera en la que vestimos, como actuamos y lo gustos de cada una de las personas y como llegamos a expresar nuestro género. Nuestros padres están acostumbrados a que si nacemos mujeres tenemos que usar vestido, coleta, moños, etc. Y si en el caso es hombre, la vestimenta es distinta, los juegos son más bruscos. Pero en realidad, nosotros somos los que decidimos que queremos hacer, si soy mujer y no me gusta los vestidos, no me hace hombre, las personas están mal acostumbradas a crear estereotipos de hombre y mujer y hacen que los niños crezcan con esas ideologías. A pesar de cada uno de los pensamientos son diferentes, en el caso de mi familia la mayoría son iguales. Mi abuelo paterno aun tiene el pensamiento de que aun existen trabajos para hombres y mujeres, y que la mujer no puede hacer cosas bruscas, que la mujer solo es la sumisa del hombre. Cuando se dio cuenta de la carrera profesional en la cual quería ejercerme, sabia que en la época que estamos ya no existen esos límites, de que si eres mujer u hombre tienes que hacer o no hacer cosas solo por tu sexo. Cuando fui creciendo mi manera de vestirme iba cambiando, mis padres se daban cuenta que ya no usaba los vestidos que usaba de pequeña, ni de los peinados que me hacia de niña, nunca tuve un mal comentario de parte de ellos, pero de mis abuelos que son mayores y que su mentalidad es mas cerrada, sus comentarios eran diferentes, “no puedes vestirte así”, “eres una señorita no una machorra”, en ese punto mi pensamiento cambio, llegamos a pensar que el vestirse o actuar de una manera es malo, solo porque a nuestras familias no les gusta; mi madre me explico que ello no se habían dado cuenta de que en la actualidad, los pensamiento de los jóvenes había cambiado radicalmente, ella sabia que no era malo la forma en la que yo me vestía, ni como actuaba ni mis gustos a cosas que no eran comunes para una “señorita”.

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