Ensayo Mi Planta Naranja Lima.
Enviado por cintia28 • 23 de Agosto de 2013 • 982 Palabras (4 Páginas) • 1.379 Visitas
“FRUTOS DE INOCENCIA, BROTES DE VIOLENCIA”.
A
sí como para Ovidio el hombre vive en la Edad de Hierro y su espíritu anhela y desea con afán un retorno a aquella edad aurea en la que todo era perfecto, el hombre adulto suele recordar con nostalgia su niñez, ya que es una época que suele caracterizarse por estar repleta de buenos momentos.
Con respecto a la palabra latina infantia, la infancia es la etapa de la existencia de un ser humano que se inicia en el nacimiento y se extiende hasta la pubertad.
La infancia es a menudo evocada con tintes nostálgicos, dada la capacidad del ser humano de rescatar lo positivo de cada recuerdo. Existe una tendencia generalizada a creer que todo lo acaecido en esos primeros años es mejor, más atractivo que el presente.
Sin embargo, para Zezé, protagonista de Mi Planta Naranja Lima, no habrá en el futuro Edad de Oro a la cual retrotraerse con el pensamiento. Sus días son tan duros, tan repletos de maltrato e injusticias que los sobrelleva evadiéndose a un mundo de fantasía, al que luego habrá de abandonar en cuanto la cruel realidad sea tan marcada; tan notoria; que no le brindara otra alternativa que tomar anticipadamente, en forma tan precoz como dolorosa, conciencia plena de lo difícil que puede llegar a ser la vida de un niño pobre. De hecho, la violencia, entendida como un comportamiento deliberado que provoca daños físicos o psíquicos, provoca en Zezé un abandono prematuro de su mundo de juegos y sueños y la llegada de la madurez anticipada.
Entendiendo a la Madurez como el punto culminante de un proceso de crecimiento y desarrollo, que implica lo físico, lo psicológico y lo espiritual; logrando así una armonía y proporción entre el modo de vivir y la naturaleza humana. La madurez, por lo tanto, trasciende a un periodo cronológico y se vincula a una actitud y a un estado de la mente. Una persona incluso puede madurar en ciertos aspectos de su personalidad pero no en otros.
En el caso de Zezé, el paso de la infancia a la madurez anticipada no se produce repentinamente, sino mediante una serie de injusticias o pérdidas que constituyen una cadena formada por dolorosos eslabones.
• La Desilusión compartida.
Zezé acompañado de su pequeño y adorado hermano Luis, acuden a la entrega de juguetes por motivo de la Navidad.
Es conmovedora la paciencia y el primor con que prepara a su hermano pequeño para ir a buscar su regalo y es muy marcado el contraste con la escena en que comprueban haber llegado tarde y quedarse ambos con las manos vacías.
“Pero si que importaba. Estaba tan triste y desilusionado que hubiese preferido morir antes de que sucediese aquello.”
• El comprobar las injusticias de la vida.
Como todo niño, lleno de Ilusiones Zezé espero recibir su ansioso regalo de navidad, el cual nunca llegaría a sus manos. El odio, rebelión y tristeza se acumuló en su alma, preguntándose porqué a otros si y el no.
“La calle estaba llena de chicos que exhibían y comparaban sus juguetes.
...