Ensayo Paramilitarismo
Enviado por stultitia1 • 18 de Julio de 2012 • 2.014 Palabras (9 Páginas) • 4.561 Visitas
INTRODUCCION
Los grupos paramilitares son la fuente principal de violaciones del derecho a la vida en la sociedad colombiana de hoy. La mayoría de los asesinatos y de las matanzas no sólo han sido obra de sus propias manos sino que han contribuido a lo que se ha dado en llamar la impunidad, es decir, el conocimiento por parte de los perpetradores de estos delitos de que no se les someterá al debido procedimiento judicial ni se les castigará por sus crímenes.
Lo peor es que aun cuando su barbarie es aberrante, el problema es que muchos sectores de la población ven a los paramilitares como un mal menor, comparado con la guerrilla. Piensan en que estos no atentan contra la infraestructura económica, vial, energética ni de comunicaciones. También para la comunidad internacional, es mejor eso que lo que ejecutan grupos guerrilleros en carreteras colombianas.
Se intenta demostrar que no es verdad, los paramilitares hacen mucho daño tanto político como social y económico al país. Siendo más puntuales, afecta el libre desarrollo de la comunidad nariñense. Es un problema latente a pesar de que se crea lo contrario, existe la posibilidad de un efecto de post guerra sumamente perjudicial para el departamento y el país.
OBJETIVOS
• Demostrar el daño político, social y económico que generan los grupos insurgentes y el narcotráfico en Colombia.
• Dar a conocer las consecuencias de vivir en un país con un sistema capitalista.
• Señalar como los grupos armados privan a las locaciones alejadas de su territorio generando un masivo desplazamiento.
• Constatar la carencia de medidas oportunas por parte del gobierno, respecto a la problemática nacional.
• Resaltar el abandono del gobierno hacia el Sur del país.
• Denunciar los nexos de sectores del gobierno con el narcotráfico.
ENSAYO GRUPOS INSURGENTES Y NARCOTRAFICO
“Quien quiera que para organizar el trabajo acuda
a los conceptos de poder y de capital, miente,
porque no hay más organización del trabajo
que la supresión de este capital y este poder”.
Pierre Joseph Proudhon
A través de ya hace muchos años en Colombia se ha venido desarrollando un fenómeno en contra de la corrupción generada por la guerrilla que esta bajo el amparo del narcotráfico y de cierta manera por las constantes crisis del estado. El paramilitarismo que se caracteriza por su compleja organización, además del fuerte núcleo en el terreno militar que cuenta con la organización jerárquica de un ejército irregular, estos grupos en Colombia cuentan con otros tipos de estructuras de apoyo, cubriendo casi todo el campo posible con un radio de acción puramente local, predominantemente urbano, encargados de controlar el crimen y de hacer justicia por su propia mano; escuadrones de la muerte, más profesionales que los anteriores, con una cobertura supralocal y dedicados al asesinato selectivo; autodefensas rurales, con gente de la zona donde ejercen su poder y uno de cuyos propósitos fundamentales es controlar la población.
Estos Grupos empezaron a formarse de manera muy acelerada a partir de la segunda mitad de los años noventa del siglo anterior. Su ritmo de crecimiento superó el de los grupos guerrilleros y muy rápidamente llegaron a ser el segundo grupo irregular en el país, con un tamaño equivalente al 80% de las FARC, principal grupo insurgente, y tres veces más grande que el segundo grupo guerrillero, el ELN. Esto lo lograron en la cuarta parte del tiempo de existencia de las guerrillas en Colombia. Estos grupos adquirieron una importante capacidad de confrontación militar, a pesar de no tener ni la larga experiencia, ni en algunos casos, el poder militar de la guerrilla.
El actual fenómeno paramilitar en Colombia es resultado de una crisis política y militar del Estado, del auge de la guerrilla y de la persistencia del narcotráfico, a pesar de los vanos intentos de distintos gobiernos por neutralizarlo. Sin contar con la capacidad de confrontación militar directa que tiene la guerrilla, a través de acciones de amedrentamiento, asesinatos selectivos y desplazamiento forzoso de población, los paramilitares le arrebataron a las FARC el control de zonas de vital importancia en el noroccidente del país, y al ELN muchas zonas clave para este grupo guerrillero como el Catatumbo, y las llanuras costeras del norte del país.
El fortalecimiento incontrolado de los grupos paramilitares cambio el panorama y la dinámica de la guerra interna en Colombia, haciéndola aún más compleja y difícil de resolver por su crecimiento con la financiación del narcotráfico, ha puesto simultáneamente a disposición de esta actividad ilícita, ejércitos completos que defienden territorios donde se realiza la siembra de la coca y donde se localizan laboratorios para su transformación. Su dinámica de expansión territorial ha tenido como uno de sus elementos guías la actividad del narcotráfico que a su vez se expande bajo el ala protectora de grupos paramilitares.
Los paramilitares al iniciar conversaciones con el pasado gobierno del presidente Álvaro Uribe, al haber acordado condiciones para su inmediata desmovilización, demostraron razones de interés personal, político y social para que los paramilitares hubieran tomado esta decisión sin haber sido derrotados previamente por el Estado, por el contrario, en el preciso momento en que se fortalecieron y cuando sus posibilidades de expansión son casi ilimitadas, razones como la existencia de una evidente fatiga de guerra entre muchos dirigentes de los grupos paramilitares, muchos de ellos de vida urbana poco acostumbrados a los avatares, el aislamiento y las incomodidades de la vida en la selva. También entre la dirigencia paramilitar prosperó la expectativa de que el gobierno de el ex - presidente Álvaro Uribe iba a debilitar y a doblegar a las guerrillas en un muy corto tiempo, razón por la cual su política de seguridad democrática podría devolver la seguridad a todas las regiones del país. Cometieron un error al pensar que las condiciones jurídicas y políticas para su desmovilización y reinserción iban a ser similares a las que se le otorgó a los grupos como M - 19 que se desmovilizaron a comienzos de la década de los años noventa del siglo anterior. La decisión del ex - presidente Uribe de adelantar con esas organizaciones diálogos de paz tenía como sustento el inmenso respaldo que la opinión nacional e internacional le otorgaba al presidente y eso le generaba suficiente confianza para decidirse por la desmovilización. No obstante, por el camino tuvieron que irse desengañando. De las razones que motivaban
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