Ensayo Profesor Jefe
Enviado por abitaa • 2 de Diciembre de 2013 • 431 Palabras (2 Páginas) • 473 Visitas
¿Quién es tu profesor jefe?
Es una de las primeras interrogantes que se hacen los hermanos entre sí después del primer día de clase, y que hacen los padres a su hija o hijo en la misma circunstancia. Pero, ¿qué hay detrás de esta simple y al parecer insignificante pregunta.
Tras esta inquietud, está aquella persona en quien estás depositando tu confianza, las esperanzas de crecer, las expectativas de desarrollo, las certezas frente a las
Inseguridades, la posibilidad de contar con un apoyo, un mentor cercano, un guía o la cara de la escuela dando cuenta de cómo sus estudiantes avanzan, integran, distancian, aprenden o se relacionan entre sí, entre otras muchas consideraciones e imágenes.
Del profesor jefe se espera muchísimo. Si tuviéramos que listar lo que queremos de él, uno de los actores fundamentales de la gestión educativa de nuestro sistema escolar sería interminable y muy exigente. Ya sea por sus funciones en el plano pedagógico, su rol formador, así como en la transmisión del capital cultural e identidad de la escuela.
Un maestro, una maestra, es la persona a la que se le reconoce una habilidad extraordinaria en una determinada área del ser y el saber, con capacidad de enseñar y compartir su sabiduría con otras personas.
Estamos entonces frente a quienes son los articuladores de la vida de los estudiantes, es éste el rol vitalizador, pues el profesor jefe se vincula con la mayoría de los actores escolares: integra, genera confianza, comunica, escucha, enseña, acompaña y conoce a todos aquellos que están directa o indirectamente implicados en la enseñanza y el aprendizaje de los estudiantes: los padres y apoderados, los profesores de otras disciplinas, asistentes de la educación, encargados de la convivencia escolar, los directivos y, principalmente los estudiantes de su curso.
No obstante, la paradoja que se da en las escuelas que educan en contextos vulnerables y la educación pública en general, es que esta persona de quien todo se espera y confía, muchas veces no cuenta con el tiempo necesario para desempeñar este rol, dado que la carga horaria destinada a la jefatura (entre 2 y 4 horas pedagógicas) se torna insuficiente.
Espero que en este tiempo, donde la educación ha estado al centro del debate público a partir de movilizaciones, demandas, propuestas y ajustes, se tengan en cuenta cambios que permitan una re-significación de quienes tienen el encargo trascendental de liderar, acompañar y velar por el aprendizaje integral de nuestros estudiantes.
Podemos comenzar desde ya generando mejores condiciones estructurales en la escuela que faciliten este propósito. No esperemos una Ley para cambiar lo que se puede modificar con buen criterio y voluntad de construir.
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