Ensayo Sobre Democracia
Enviado por helvir • 6 de Junio de 2013 • 2.228 Palabras (9 Páginas) • 777 Visitas
Ensayo sobre democracia
Introducción
El concepto de democracia es muy antiguo y no poco ambiguo. Históricamente ha tenido concreciones diversas. Etimológicamente significa el gobierno del pueblo, es decir, intervención de la base popular en la decisión del rumbo de la sociedad. Pero depende de qué se entiende por ese pueblo compuesto por ciudadanos y hasta dónde llega el conjunto de los que intervienen en el quehacer de gobernar. Podemos ir hasta la polis griega basada en la contradicción del amo y del esclavo, o partir de los principios emanados de la Revolución Francesa que hacían irrumpir las fuerzas del pueblo en contra de los privilegios de los señores feudales proclamando la igualdad política en la sociedad civil.
El término democracia remite a la soberanía popular, a la capacidad del pueblo para elegir a sus gobernantes y decidir normas de convivencia.
La democracia tiene que ver con la capacidad de reunión, de asociación, de elección. Democracia implica participación. Para ejercer la democracia se necesita acceso a la información; y es indispensable que exista respeto al disenso, a las minorías y a su expresión.
El presente ensayo pretende tener clara la distinción entre la democracia formal (sus reglas) y la sustancial (su aplicación); presentes estarán también las vías electorales que sigue (directa, representativa), y la necesidad de existencia de grupos como principales actores de la vida democrática de una nación.
El tema de la relación entre el liberalismo y la democracia es fundamental en el presente trabajo. El camino que estos han recorrido no es visto de igual manera por las diferentes doctrinas del pensamiento político.
Basado en el estudio concreto de la teoría de Sartori, de los ensayos que sobre la materia escribió Bobbio y con el auxilio y consulta de clásicos del liberalismo como Mili y Constant, el tema es abordado desde dos perspectivas similares, para converger en un punto de unión cuya característica esencial es una libertad con justicia social, llamada por Sartori democracia liberal y por Bobbio liberal-socialismo.
1.El principio de mayoría
La democracia como sistema de gobierno se caracteriza por su estructura vertical comprendida en la representación. Esto implica una interacción global entre gobernantes y gobernados. El proceso comienza con la regla del juego que establece cómo deben resolverse los conflictos; y esta regla (metodo) es el principio de mayoría. La finalidad es evitar dar todo el poder a un determinado grupo (mayoritario o minoritaro) y distribuirlo lo mejor posible entre éstos.
Para Sartori la relación mayoríaminoría rige tres principales grupos de significado situados en su respectivo contexto: a) las estructuras y los procesos constitucionales, b) los marcos electoral y de voto, y e) el social en sentido amplio.
En el ámbito constitucional la principal preocupación son las minorías con el llamado derecho de oposición. Si se aplasta esta prerrogativa podemos hablar de una tiranía de la mayoría.
En el ámbito electoral el razonamiento adopta un giro distino: la atención se centra exclusivamente en el principio de mayoría como regla única del juego. La votación denota aquellos que deben someterse a la voluntad de la mayoría, por lo tanto la minoría no tiene derechos.
Pasando al tercer ámbito, es decir, el significado de la mayoría en el contexto social, la expresión tiranía de la mayoría es característica. Ésta es entendida como la causa que determina al individuo ya no como hombre libre sino como órgano de la colectividad y, por tanto, a nombre de una función. La tendencia de la sociedad a imponer sus propias ideas y prácticas encuentran en el principio de la mayoría un principio de legitimación. El Estado democrático es el resultado, pues, de un atropello de los derechos de los ciudadanos y de atribuir aquéllos a una voluntad general, a una soberanía popular única e indivisible. Formalmente el individuo nada pierde, ya que debe encontrar como miembro de esa soberanía todo aquello que pierde como particular. Sin embargo "... en la práctica esta equivalencia es aparente y engañosa. Para que subsistiera de hecho, se necesitaría que la voluntad general y la voluntad de cada uno coincidieran exactamente, ... esto implica la neutralización de todas las diferencias individuales". La voluntad general no es más que la voluntad de la mayoría numérica, la omnipotencia de la mayoría es el corolario práctico de la democracia y el respeto formal de los derechos de las minorías carece de aplicación.
Dentro de esta vertiente, Guido de Ruggiero afirma también que "no hay error en colocar en una misma línea a la democracia y al despotismo" Lya que la concentración de un inmenso poder al servicio de la mayoría -que mucha veces es ficticia- constituye una tiranía.
La idea es evitar que se conceda todo el poder a mayorías o minorías, sin embargo Sartori se refiere al proceso de votación como creador de éstas y donde impera el criterio mayoritario.
2. Los Criterios de Selección
¿Por qué se fue aceptando el principio de mayoría? ¿Cuál es el derecho de una pura cantidad? Cuando se habla del triunfo del número en la democracia se olvida que no es un número de malos o de buenos del que se trata, sino de hombres, y que por tanto, la cantidad es la expresión simbólica de un valor cualitativo. El "mal de la dernocracia" no está en el triunfo de la cantidad sino más bien en el triunfo de la mala calidad. Una mayoría es una cantidad, y una cantidad por sí misma no puede crear una calidad. La escasa educación de la masa abre un abismo entre las mayorías efectivas y las representativas y hace que la democracia amenace con llegar a ser una tiranía para todos en favor de unos cuantos. Sartori cita a Taine en el prefacio de Origines de la France Contemporaine: "Diez millones de ignorancias no hacen un saber." Bobbio, por su parte, cita un fragmento del capítulo "Sobre la mejor forma de gobierno" del libro titulado Consideraciones sobre la democracia representativa de John Stuart Mill, donde distingue a los ciudadanos en activos y pasivos y especifica que en general los gobernantes prefieren a los segundos porque es más fácil tener controlados súbditos dóciles e indiferentes, pero la democracia necesita de los primeros. Mill concluye que si debiesen prevalecer los ciudadanos pasivos, con mucho gusto los gobernantes convertirían a sus súbditos en un rebaño de ovejas dedicadas únicamente a comer pasto.
La participación de las clases populares en el voto tiene un gran valor educativo. Lo ideal es que éste se interesara
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