Ensayo Sobre Economía Actual.

Las expectativas de la opinión pública mundial están pendientes de lo que resulte en la reunión cumbre efectuándose en Washington, de donde salgan acuerdos para que de manera desesperada se trate de repensar, y en el mejor de los casos, replantear la estructura del sistema capitalista, en contra corriente a la postura del propio presidente Bush que jura y perjura que la economía de mercado es lo mejor que puede suceder a un orden ciertamente desgastado y que no responde a las medidas interpuestas que a contrapelo, como decíamos, se le han intercalado.

Entre los veintidós representantes a esta cumbre, de donde se espera que se dé línea a los próximos rumbos de la economía mundial, por un lado los Estados Unidos, con un crecimiento económico de 2.0% trata de contraponerse al de China, que registra, para este año un incremento en su economía de 11.9% para el mismo lapso. Con estos indicadores, sin ser un experto en cuestiones económicas, se infiere en dónde estriba la causa primordial de la crisis actual, entre otras causales, como dicen los abogados.

Ante esta situación, nos preguntamos quién va a dictar las nuevas reglas del juego, y al respecto, el editorialista Alain Gresh en su reciente texto publicado en Le Monde diplomatique (3/11/08) arguye que bajo las condiciones actuales por las que pasa el propio sistema capitalista, considera, que al menos para los países latinoamericanos y otras economías emergentes, el Consenso de Pekín, que sería diseñado de acuerdo con otros lineamientos y otras políticas, reemplazaría al superado y obsoleto Consenso de Washington.

De realizase el anterior proyecto habría que señalar que la comunidad mundial está asistiendo al ocaso, al parecer irreversible, de la era, de la hegemonía política y económica, de los Estados Unidos, que ha estado presente en la mayor parte del siglo XX. Pero quedaría un pendiente bastante preocupante, por cierto, ¿perdería también su poderío militar?, toda vez que su economía sufriría acentuada desaceleración. Está por verse, en especial de los acuerdos que dimanen de la consabida reunión cumbre de Washington, donde, por desgracia o por fortuna, los acuerdos nuevos han de pensarse en inglés. Los próximos en su caso lo serían en chino.

En un ámbito en que la actual turbulencia financiera ratifica la marginación de las organizaciones tradicionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, y ante la presencia en un primer plano del Cercano Oriente, el lugar que para las muchas administraciones gubernamentales de EU, tuvo Europa en el siglo XX, en un plazo inmediato o mediato, ¿el consenso de Washigton sería reemplazado por el consenso de Pekín?

De ser positivamente factible lo anterior, esta cuestión se podría resumir, según su inventor, el economista Joshua Cooper Ramo, en tres teoremas que definen la manera en que un país asiático

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