Ensayo Sobre La Novela Dicen Que De Noche tú No Duermes.
Enviado por tuti_san13 • 19 de Mayo de 2013 • 2.561 Palabras (11 Páginas) • 766 Visitas
Introducción
Esta obra literaria critica a la pequeña burguesía de Puerto Rico. Aborda también temas de la vida dura y mísera de la clase media reflejada en una mujer que estudio en un colegio técnico y de un hombre burgués de clase media graduado de Universidad. Se va nutriendo de la visión del mundo de la pequeña burguesía puertorriqueña para plasmar lo cotidiano de estas dos vidas. Él un corrector de memorandos, un escritor desclasado llamado Jaime el cual se opone a la secretaria Marisa, que ella a su vez es un símbolo de la cultura popular, que ella construye su mundo de ficción a partir de un mundo poblado de telenovelas y/o farándula y de canciones como los boleros. Mari (como Jaime la llama) de alguna forma va cambiando su subcultura en formas nuevas de cultura caribeña, posible alternativa al callejón sin salida de la soledad en que se encuentra. Sin llegar a un contacto tan intimo (sexual) pero si a una compresión de la vida de esta mujer comparando sus problemas con los de ella.
Contenido
Es una obra de ficción en la cual se oponen dos personajes que establecen un razonamiento entre la ironía amarga de Jaime un intelectual e independentista, y las propuestas aparentemente ingenuas de Marisa. Cabe menciona que el título de esta obra literaria, es el verso de un bolero, el cual sirve de signo referente que junto lo expresado sobre el carácter de la ficción de este relato anticipa la estructura de la misma. Se debe mencionar con importancia que es el género popular de la telenovela, modelo que se sigue en el repaso de vidas particulares que se recrean en esta obra, el ámbito con el que se asocia a Marisa. Ella se transporta a una subcultura de "novelas con corazón" desde la cual crea aproximaciones de índole éticas a la vida cotidiana. Los argumentos en esta novela se alimentan de todo lo referente posible de la cultura masiva como lo son la televisión (Marisa hace mención de la vida de Marilyn Monroe, de la vida de Wilfredo Gómez, y otros) y la radio (cuando se escucha el bolero que le da nombre a la obra cantado por Chucho Avellanet, o cuando compara la vida de Zoraida (su jefa) con la de Silvia Rexach, etc.). Jaime es un intelectual convertido en menos que está consciente de su estado desvalorizado, hace alardes de sus conocimientos frente a personajes más sencillos como el de Marisa. Por ejemplo la pronunciación que Marisa que le da a sus diálogos, eliminando las “s” en la entonación etc. Inclusive hay un capitulo (el segundo) que es dedicado a la maquinilla americana sin las “ñ’s”, que se mencionara mas adelante. La distancia entre él y Marisa produce choques en las que al final se destaca la aparición de una nueva cultura popular caribeña, que se basa precisamente en esta cultura popular latina moderna. La mujer que sufre un cambio radical en su vida sentimental y pasa de mujer felizmente casada a divorciada con dos niños que mantener y la del erudito que por tener tanta palabrería literaria no sabe como abordar a esta mujer para una relación de pareja más o menos normal o común.
Lo otro que hay que señala es que se utiliza el elemento de lo musical ya que todo gira al son del bolero siguiendo la ya común ruta de esta obra que aunque nada o muy poco tienen que ver con la novela, se abrazan a la música popular como trasfondo último en la búsqueda de la plasmación de las inquietudes de una generación. Sobre todo cuando en el bar se ponen a bailar y al ritmo de la música Jaime tiene pensamientos libidinosos al tocar a Marisa.
En el fondo, Puerto Rico es un mercado; según De la Fuente (2005) en su trabajo sobre las obras literarias del autor. De la Fuente menciona como en la narración Díaz Valcárcel, expone que el mall es la metáfora del pretendido progreso. La vieja metáfora latina de la plaza pública o de recreo se ha transformado en el mall que fusiona el aspecto de reunión de gentes y de cruce de opiniones que poseía la metáfora europea con la cualidad comercial que definen, para las novelas de Díaz Valcárcel, las relaciones en el Puerto Rico contemporáneo. Aquí, como ocurre en esta obra, el mall es la síntesis de la nueva ilusión y de las esperanzas más espirituales del puertorriqueño: “Plaza era como una iglesia porque allí la gente es feliz” (esto lo dice María, la hermana de Marisa, ex-monja). El mall, es como el banco en la plaza de recreo, se considera como la nueva iglesia donde acuden los puertorriqueños a diario en grandes cantidades. Extendiendo más la mirada, pueden ir advirtiéndose las mismas costumbres en otras sociedades occidentales que explican la dirección de esas modas y los destinos hacia los que caminan las relaciones en una Era nueva, el consumismo esto dado gracias al capitalismo (burguesía).
La obra literaria de Díaz Valcárcel parte de Puerto Rico y sus denuncias resultan hoy tan válidas para sociedades muy alejadas que han ido incorporándose a la órbita comercial y social que emite del centro de poder del planeta. Estados Unidos se ha convertido en el modelo imitado por el mundo a instancias de su mismo empuje comercial, que dispone de un aparato propagandístico a escala planetaria. La narrativa de Díaz Valcárcel se torna, con el tiempo, en más universal, en la medida en que el empuje estadounidense va apropiándose de los mercados y que los dictámenes de las oligarquías económicas y políticas de muchos países van aceptando el patrón del centro y lo imitan. Cosa que Jaime no le gusta y lo hace sentir cuando le corrige a Marisa cada vez que ella le dice “Jimmy” (su nombre en inglés).
Otro aspecto que hace mención el autor y es expresado en el trabajo De la Fuente (2005) es que en esta obra literaria (1985) ofrece el tema de la ilusión y la disolución de la nacionalidad de Puerto Rico. Cabe señalar que la narración es una autobiográfica en la cual el protagonista Jaime cuenta sus experiencias de una tarde-noche junto a su compañera Marisa, con quien conversa acerca de su jefa Zoraida y otra serie de aspectos de Puerto Rico. Como ya se menciona Jaime se dedica a corregir memorandos de educación en una máquina gringa que, como muestra el capítulo segundo, carece de acentos y de eñes, metáfora de la educación y el pensamiento puertorriqueño, que indefectiblemente se han de amoldar a la forma de la metrópoli. Cuando Jaime empieza en algún momento a mencionar las consignas de esos memorandos, el texto se desprende también de las eñes y los acentos haciendo mención jocosamente de los “anos” refiriéndose a los años. No obstante, Jaime desea cambiarla por una máquina donde sí se marcan los acentos y las eñes. Y en esta parte de la obra literaria se hace mención de la compra de objetos “calientes” (robados) Marisa no es una erudita como Jaime pero siente vergüenza por hacer este tipo de acción
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