Ensayo: “Todo se compra: el amor, el arte, el planeta Tierra, vosotros, yo.”

13’99 Euros -  Frederic Beigbeder

“Todo se compra: el amor, el arte, el planeta Tierra, vosotros, yo.”

13’99 euros es una novela autobiográfica que narra la vida de Octave Parango, un publicista que trabaja en una de las agencias más importantes de Francia, tras llevar una vida de éxito y reconocimiento en el medio, decide poner fin a su vida de lujos, extravagancias y diversiones banales. Pretende dejar su trabajo, por lo que decide escribir un libro para mostrar los secretos de su industria, pues de esta manera conseguirá que lo despidan recibiendo una valiosa indemnización.

“Me dedico a vender cosas a la gente que hace 10 minutos no necesitaban. Soy el que te hace soñar con cosas que nunca tendrás, en mi profesión nadie desea vuestra felicidad, porque la gente feliz no consume.”

Lo más interesante del libro es la manera en que explica el entorno de la publicidad y  el consumismo. Utilizando un lenguaje irreverente, misógino, crudo para gente susceptible. Logra llamar la atención en cosas que todos sabemos pero que no les damos importancia, quizá porque ese es el objetivo que lleva consigo la mercadotecnia, permanecer en cualquier lugar pero de manera invisible.

Es importante señalar que la historia que se narra es la propia experiencia del autor, aunque maneja un mundo un tanto exagerado, la realidad no es tan diferente. La manera en que las empresas, principalmente aquellas que se dedican a promocionar marcas, empresas, cosas, personas, etcétera, son un punto clave de análisis, pues en temas de ética y valores, éstas no se miden con tal de lograr sus objetivos, pues actúan de acuerdo a los caprichos de grandes empresarios que imaginan al rebaño de ovejas dirigiéndose hacia la estantería del supermercado donde se encuentra su producto.

“Francia no venció a Brasil en la final de los Mundiales de Fútbol, sino que Adidas venció a Nike”

El autor alega en su obra como el capitalismo despiadado y el consumismo irracional que crea la publicidad, no permite la innovación o la generación de nuevas ideas por temor a no gustar. Sin embargo es importante argumentar que la publicidad es sólo una herramienta y que cada quién la utiliza como quiere. Así como existen empresas que la utilizan de manera poco escrupulosa, también hay quienes se permiten cambiar la percepción de la vida y mejorar el entorno con una publicidad bien enfocada.

“La gente no sabe lo que quiere hasta que se lo ofrecen”

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