Ensayo la trukulenta historia del capitalismo

Eduardo del Río (RIUS), nos lleva a través de la narración ilustrada de la historia la forma en cómo la explotación del hombre por el hombre ha ido evolucionando, desde el latifundio hasta nuestros días. La constante de la historia ha sido la ambición de un grupo minoritario que maneja los recursos para someter al grupo mayoritario a fin de obtener un objetivo en común: el poder, las riquezas y un estatus de bienestar por sobre los demás.

Para lograr tal fin se apoyó de diferentes formas y medios: en un principio usó la religión y la ignorancia como medio de control. Los mercaderes forjaron su riqueza comprando barato y vendiendo caro, lo cual ha sido una de las constantes durante toda la historia,  por la cual la explotación se ha mantenido. Al crecer la demanda de productos y la competencia se generaron situaciones que no favorecían a aquellos dueños de los recursos, lo que provocó que trataran de abarcar otros territorios y que usaran como insturmento a la religión, las armas, los gobiernos y últimamente a la mercadotecnia.

Quien no era dueño de tierras en lugares remotos como Africa, América o Asia, las arrebataba, y no solo eso, también arrebataba a los nativos lo más básico: su libertad. El ser humano “inferior” pasó a ser una mercancía más, un objeto sin ningún derecho. Aquellos que no eran esclavos, pero que no contaban con propiedades se volvieron en cierta forma esclavos con algunos derechos, y se le llamaron obreros, asalariados, materia prima que permite la transformación de otras materias primas que posteriormente son vendidas y cuya plusvalía o ganancia es para el dueño.

Los dueños pasaron a llamarse de distintas formas y el capitalismo, objeto de éste ensayo, se fue transformando para llegar al neoliberalismo, lo que hoy sustenta a la globalización. Los métodos de control ahora son más sofisticados, ahora van a la psique del ser humano que pasa de una esclavitud infrahumana a una esclavitud mental, cuyo principal objetivo es fomentar el consumismo, es mantener un equilibrio que le permita al dueño de empresas vender y a la población “satisfacer sus necesidades”

RIUS menciona la etapa del Socialismo, y lo considera la filosofía que pudiera brindar el mejor estado al ser humano, en el que todos son iguales y tienen los mismos derechos. Lamentablemente aún en ese estado se tienen clases, la gobernante y la gobernada. La cúpula vive bien y, a diferencia de los gobernados, cuentan con privilegios que los demás no tienen.

Aún subsisten sociedades primitivas, mas no incivilizadas, en el que el fin de dicha sociedad es generar los bienes para cubrir las necesidades. La constante de éstos grupos es lo reducido de su población. Aquellos grupos más grandes evolucionan con tintes capitalistas, en los que, como se dice, todos son iguales, pero hay de iguales a iguales.

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