Ensayo película MATAR A UN REY: DOS FORMAS DE VER LA JUSTICIA

MATAR A UN REY: DOS FORMAS DE VER LA JUSTICIA

En 1645 Carlos I estaba afrontando momentos muy difíciles por sus decisiones autoritarias que afectaban al pueblo y el despilfarro de recursos de la monarquía para cumplir con sus caprichos. Las cámaras de los Lores y Comunes, representación de la monarquía parlamentaria, estaban inconformes con su comportamiento, aunque no todos sus miembros, como en toda instancia política y de poder había quienes lo defendían y lo atacaban.

Bajo este panorama presentado en el film, es importante considerar algunas impresiones sobre las formas de ver la justicia y como lo descrito en esta película sucede en la actualidad en el caso concreto de nuestro país, para finalmente ofrecer algunas conclusiones sobre el tema, pues es vital considerar que la vida de los gobernantes es definitiva al momento de ejercer la política y también al momento de hacer justicia y más en el sistema de gobierno de una monarquía parlamentaria.

Thomas Farfaix el general de las tropas inglesas que eran leales a Carlos I a pesar de la inmensa cercanía de sus ascendientes a la monarquía y de que el mismo gozaba de respeto y estima por parte del Rey, se rebela contra él, y busca que sea derrocado y sometido a un juicio por sus excesos como Rey, razón por la cual lidera una campaña política y armada para llevarlo a prisión.

 Ahora bien, El segundo al mando de Thomas, Oliver Cromwell de religión puritana abiertamente promotor de las sanas y correctas costumbres y cansado de las inmoralidades se une a la rebelión pero con la intensión acabar con la figura de un rey o monarca, que por sus desordenes merece todo su desprecio y que debe ser condenado a muerte. Carlos I muere decapitado por la persuasión ejercida por Cromwell en las Cámaras, a pesar de los intentos fallidos de Thomas.

Así las cosas, son dos formas de ver la justicia la de Thomas y la de Oliver, la primera moderada ajustada a un procedimiento a la búsqueda de garantías para el inculpado y la otra violenta invasiva fuera del procedimiento y que movida por intereses personales, en este caso el puritanismo protestante logra su cometido desestabilizando una forma de gobierno. Todo lo hecho por estos hombres tenía como objetivo acabar con la corrupción y permitir que se abriera paso a la justicia, pero los medios y las consecuencias fueron distintas entre uno y otro.

De esta manera  nos surge un cuestionamiento ¿Cómo podemos apreciar estas dos formas de ver la justicia en la actualidad de nuestro país? Ante este interrogante podemos precisar que actualmente en nuestro país las luchas por el poder y por acabar la corrupción han tomado como en 1645 dos vertientes, la de aquellos que se rebelan al sistema de gobierno pero que lo hacen desde el debate público y abierto y a través de las denuncias ante las autoridades competentes y aquellos que creen que el uso de la fuerza puede modificar las estructuras de poder ineficaces y se toman la justicia por su propia mano. Conocemos muchos de estos casos a través de las múltiples denuncias que se hacen de escándalos como los de Odebrecht  y por otra parte la influencia de partidos políticos de derecha o mentalidades como la del procurador Alejandro Ordoñez y que decir de los grupos armados ilegales.

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