“Ensayo sobre el proceso de Enseñanza – Aprendizaje en los Adultos”

Martínez Plata Julieta Darinka

No. De Cuenta: M00679598

26 de agosto del 2017

“Ensayo sobre el proceso de Enseñanza – Aprendizaje en los Adultos”

Tuve la dicha de estudiar la Licenciatura en Pedagogía, en un principio el motivo para esa elección de carrera fue (erróneamente) el que comúnmente motiva a muchos colegas: me gustaba la idea de trabajar con niños, quería darles clases. Conforme fui avanzando me di cuenta que mi paciencia con los niños no era inagotable como pensaba, sin embargo, los alcances de la Pedagogía sí que lo son. Así que durante la carrera fui pasando por diversos momentos en los que me inclinaba por algún área en específico. Desde la docencia, investigación, psicopedagogía, educación especial y finalmente la capacitación dirigida a adultos, y fue ahí donde me enamoré de mi carrera. Cuando ingresé al ámbito organizacional, encontré mi vocación, y es por eso que este módulo me resultó especialmente significativo.

Trabajar con adultos es un gran y apasionante reto, frecuentemente subestimado, pues durante muchos años no se teorizó ni se investigó sobre el tema, y a menudo nos encontramos con personas que ejercen esta responsabilidad sin la menor idea ni preparación para lo que están haciendo. Desde mi punto de vista representa un gran reto porque trabajamos con personas ya hechas, ya formadas y con un cúmulo de experiencias incontables (buenas, malas y pésimas) que los predisponen a la experiencia educativa, y eso resulta muy complejo al momento de planear y ejecutar proceso de enseñanza-aprendizaje con ellos.

En ese sentido, la Andragogía viene a aportarnos muchas ideas y herramientas para comprender mejor a los seres humanos con quienes tendremos que enfrentarnos en nuestra labor educativa y para diseñar mejores estrategias, técnicas y metodologías educativas que sean dirigidas a ellos.

Los adultos son seres que ya son responsables de sus propias vidas, que asumen consecuencias de sus acciones y que tienen necesidades muy particulares y diferentes al resto de los educandos; ellos requieren ser considerados y difícilmente tendrán una adecuada disposición para el aprendizaje si se les impone por voluntad un objetivo de aprendizaje; necesitamos tener razones para valorar éstos aprendizajes y entonces desearlos.

La ida central de la educación para los adultos es que ésta debe estar fundamentada y orientada en situaciones de la vida real, que tengan una aplicación práctica en la vida del educando, contrario a lo que sucede con niños y adolescentes que están obligados a estudiar una serie de temas que no necesariamente aplicarán en la vida adulta.

La educación para los adultos resulta tan satisfactoria para nosotros como capacitadores, porque tenemos la oportunidad de enriquecernos con las valiosas experiencias de vida de nuestros educandos; es cierto que muchas veces éstas experiencias nos hacen como adultos generar dogmas que a veces dificultan nuestro trabajo, sin embargo, si aprendemos a reconocer aquellas que aportan al grupo y generamos un ambiente de confianza en el que los adultos no sientan temor al rechazo, es probable que los resultados sean aún mejores que los planeados.

...