Epistemología De La Didáctica De Las Ciencias Sociales, Alicia R. W. De Camilloni
Enviado por FToledo • 21 de Octubre de 2013 • 6.749 Palabras (27 Páginas) • 7.812 Visitas
Capítulo I
Alicia R. W. De Camilloni
Epístemologia de la didáctica de las ciencias sociales
La didáctica de las ciencias sociales constituye una compleja tarea ya que exige a la didáctica la resolución sistemática de una serie de problemas que, en el caso de las ciencias sociales se perciben con mayor agudeza y evidencia en razón de la problemática propia. Para construir una didáctica de las ciencias sociales es necesario dar respuesta explícita a cuestiones tales como la determinación del status epistemológico de las ciencias sociales, posibilidad de integración de las diferentes ciencias sociales entre sí, el valor de verdad o certeza del conocimiento social, los límites de la objetividad o neutralidad de ese conocimiento y su relación con los valores y con la acción del hombre.
Es imprescindible resolver problemas de carácter específicamente didáctico, tales como el establecimiento y desarrollo de criteros para la selección de contenidos disciplinares o no disciplinares, para su conversión o trasposición didáctica.
Ambos tipos de problemas deben ser encarados teniendo en cuenta que es una característica actual de cada una de las ciencias sociales y de su conjunto el presentar desarrollos simultáneos que corresponden a diferentes enfoques y teorías.
La didáctica de las Ciencias Sociales como disciplina
El discurso de la pedagogía es el discurso propio de un saber-hacer complejo, es un saber sobre un saber-hacer. Se construye a través de un proceso de reflexión-acción-reflexión. La reflexión se enmarca en teorías, las enriquece, las estructura.
La reflexión procesa la acción en términos teóricos. Acción realizada/observada/recordada/
imaginada/deseada. En la permanente fecundación entre teoría y práctica pedagógica se contruye el discurso didáctico.
El status epiemológico de la didáctica es una cuestión controvertida que ha dado lugar a diferentes interpretaciones.
Una posturaes la que sostiene que la didáctica, como parte de una teoría de la educación, es una teoría práctica, no científica. Así, T.W. Moore sostiene, con Paul Hirst, que siendo una disciplina prescriptiva o recomendatoria no puede tener carácter científico. La didáctica no puede ser sometida a los mismos controles que los que recibe una científica. Para validar el conocimiento pedagógico, es necesario demostrar que las conclusiones valen la pena de ser puestas en práctica, que la acción es factible, que tiene coherencia interna, que su supuestos no son contrarios a las leyes científicas y que son moralmente aceptables los métodos pedagógicos recomendados.
La teoría didáctica no puede tener carárter científico en razón de su estrecha relación con una actividad práctica como la actividad docente y por causa de sus presupustos valorativos, de su carácter normativo o prescriptivo y de los modos de validación o justificación de conclusiones que son empleados corrientemente.
Este razonamiento parte de un supuesto que debe ser analizado y discutido, porque el concepto de ciencia que se adopta responde la misma interpretación positiva de la cincia, que para algunos epistemólogos pone en cuestión, también, el carácter científico de las denominadas ciencias sociales.
Según ese concepto positivista de la ciencia, ella tiene como meta alcanzar la verdad y postuñla como ideal el logro de un conocimiento absoluto de la realidad en sí misma. Pretende llegar a conocer la totalidad de su dominio. Se descartan siempre las teorías que son calificadas como científicas todas las implicaciones normativas. En esta concepción la ciencia es eminentemente desinteresada.
En este enfoque razón y decisión, conocimiento y valores están estrictamente separados entre sí.
Los dominios del ser y del deber ser se diferencian rigurosamente. Y el campo del deber ser queda librado a irracionalidad.
En el marco de una concepción positivista o neopositivista de la ciencia, seria discutible toda afirmación que postule el carácter cintífico de la didáctica, del mismo modo que mucho enfoques y teorías de las ciencias sociales cae bajo el idéntico anatema racionalista. Para esta corriente la didáca es una disciplina que no puede ser considerada como un punto de vista científico porque esta intimamente ligada a la búsqueda del logro práctico de los fines de la educación, comprometida por consiguiente y necesariamente, con plexo de valores. Nunca puede excluir los juícios del deber ser, aunque sí puede caber diferentes teorías cintíficas. A partir de la aceptación de una concepción positivista o neopositivista de la ciencia, es una teoría diferente, no científica. Es una teoría práctica.
Si bien ninguna ciencia se limita a reflejat más o menos positivamente el mundo exterior, en las ciencias sociales la neutralidad valorativa es imposible. Es el la región de construcción del conocimiento acerca de la sociedad y de los procesos sociales donde advierte más intensa y directamente la importancia de los valores. “La valoración es parte de ciencia, no podemos imaginar ningún conocimiento social desinteresado” (Gunnar Myrdal), lo cual no esta en contradicción con la busqueda de racionalidad en el pensamiento.
No hay conocimiento específicamente social ni conocimiento en general que pueda ser caracterizado como libre de valores, porque hay proceso constante de las ciencias por acumulación de conocimientos e invención de nuevas teorías explicativas, que las ciencias, y entre ellas las ciencias sociales deben construirse y reconstruirse permenentemente.
La ciencia es un valor público, no es un valor individual ysi bien, los valores no pueden estar sujetos a verificación, el desarrollo teórico que los sustenta, sí puede y debe ser validado. Porque los que estan en juego no son los valores individuales sino que se trata de valores socialmente relevantes. Conocimiento y valor se constituyen conjuntamente. Se puede cocluir que un discurso en el que los valores jueguen un papel fundante no queda necesariamente por elllo fuera del campo de los discursos científicos.
En la concepción positivista de la ciencia, así como se diferencian y desarticulan los conocimientos
y los valores, también se establece una clara demarcación entre lo teórico y lo práctico, entre el conocimiento y la acción.
De acuerdo con la perspectiva weberiana, la ciencia puede dar el conocimiento, pero “la elección sólo concierne a la persona”. Desvinculadas la teoría y la acción, las ciecias deben ubicarse, sin duda en el campo de la teoría. Max Weber afirmaba que la ciencia como tal no puede dar valores normativos a sus juicios, aunque las ciencias sociales hayan nacido histósricamente de consideraciones prácticas.
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