Esclavismo

El nacimiento del concepto de trabajo se originó en la antigua Grecia y Roma, pero éste dista mucho del que existe actualmente, los esclavos eran los encargados de realizarlo, ya que en las clases pudientes se consideraba indigno el trabajar.

La cultura Griega y Romana se puede considerar como el padre de la forma de vida que hoy día disfrutamos, desde la esfera Arquitectónica, filosófica, política y cultural.

Sin embargo, esta admiración por la que es la primera civilización por excelencia, choca con determinados rasgos que introducen en ésta una profunda huella de barbarie, provocando una importante contradicción.

Pero sobretodo se puede decir que fueron los padres del término trabajo.

Crea desconcierto el preguntarse cómo pueden haber sido los creadores de innumerables maravillas del mundo y al mismo tiempo haber permitido la lucha de personas con fieras en un anfiteatro o convertir a una gran parte de la humanidad en esclavos y sobretodo cómo se ha podido seguir practicando, en el caso de los esclavos, hasta hace muy poco tiempo o incluso seguir existiendo.

La esclavitud es una forma de sometimiento del hombre por el hombre que se practicó desde la antigüedad y para vergüenza del hombre, continúa en nuestros días bajo formas diversas.

Con el establecimiento de los Bárbaros del Norte y Occidente sobre las ruinas del imperio Romano, aparte de la esclavitud personal, la servidumbre territorial, escasamente conocida por los romanos, se volvió general en todos los países nuevos establecidos. Los códigos bárbaros, como el romano consideraban a la esclavitud como una condición normal de la humanidad; y si se le daba alguna protección al esclavo, era principalmente como la propiedad de su amo, quien solo aparte del Estado, tenía el poder de la vida y la muerte sobre él.

Con el Imperio Romano, la esclavitud del mundo antiguo alcanzó su cenit, pero cuando el Imperio Romano comenzó a decaer, la situación de muchos de los esclavos comenzó a mejorar un poco. Pero el cáncer de la esclavitud era demasiado evidente. Había desbordado la capacidad de la legalidad romana así como había derrotado la sutileza de la filosofía griega. Ser compasivo con los esclavos no era considerado un sentimiento natural sino una idiosincrasia personal. El esclavo difícilmente era visto como un ser humano; no tenía derechos, no tenía alma.

La Iglesia cristiana encontró en la esclavitud una institución reconocida del imperio; adoptó el sistema sin ningún esfuerzo por mitigar su carácter nefasto; no prometió su abolición gradual, ni mejoró el estatus de los esclavos. Bajo la ley civil, los esclavos eran simples enseres. Así fueron considerados bajo la dominación Cristiana. Los esclavos fuesen nativos o foráneos, adquiridos en guerras o por compra, eran considerados simplemente como enseres. Se les hacía cautivos y se los entregaban a los soldados en forma de botín.

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